Tweet
Alerta ante un brote de hepatitis A en BCN
BARCELONA
La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) declaró ayer la existencia de un brote contagioso del virus de la hepatitis A tras confirmar la infección en 29 personas de 24 a 45 años que viven en distintos distritos de la ciudad. Los contagios han sucedido entre diciembre y enero, y han afectado a 25 hombres --un 50% homosexuales-- y a cuatro mujeres. La ASPB dirigió una alerta a los médicos de los centros de asistencia primaria y de las áreas de urgencia de los hospitales, con el fin de que emprendan una búsqueda activa de la enfermedad y hagan el análisis que detecta el virus a las personas que sufran síntomas atribuibles a la hepatitis.
Este organismo recibe la notificación de los casos de hepatitis A, B o C que son detectados en los centros sanitarios de la ciudad, ya que se trata de infecciones transmisibles que los médicos están obligados a comunicar con el fin de que se investigue su origen y se acote la expansión. La acumulación de una treintena de casos en apenas dos meses permite deducir a los técnicos de la ASPB que existen más casos aún no captados. "Sospechamos que ha habido más contagios de hepatitis A de los que los médicos nos han comunicado", afirmó ayer la doctora Patricia García de Olalla, epidemióloga de la ASPB. Un brote similar no sucedía en Barcelona desde el 2002.
El virus de la hepatitis A tiene un periodo de incubación de entre 15 días y tres meses, aunque casi siempre se manifiesta al mes del contagio. Causa una inflamación del hígado que, en el inicio, provoca una intensa fatiga inexplicable. Quien lo sufre, no se encuentra bien pero no sabe porqué, explican.
Dos semanas después, aparece la ictericia: la piel de todo el cuerpo se amarillea, incluida la membrana esclerótica (blanca) de los ojos. Las heces se hacen blancas y la orina adquiere el color de la bebida de cola.
REPOSO
En esa fase, que dura un mínimo de 15 días, la terapia más adecuada es el reposo absoluto. No existen fármacos eficaces contra este virus hepático. "La hepatitis A es una inflamación del hígado y causa los mismos malestares que las hepatitis B y C, pero es la más benigna de todas --asegura García de Olalla--. Salvo casos fulminantes y mortales, es la única forma de hepatitis que no se hace crónica". La mayoría de afectados se cura, añade. En cambio, un 40% de los infectados por hepatitis B y un 70% de quienes enferman con el virus C sufren una inflamación hepática permanente. Esta última puede conducir a cirrosis o cáncer.
La transmisión de la hepatitis A siempre tiene relación con las heces. "De forma recurrente, afecta a pequeños grupos de bebés, que la transmiten a sus madres cuando los limpian", explica la epidemióloga. O pasa de un niño a otro --a tres o cuatro--, si están en la guardería.
"La práctica del sexo oro-anal tiene relación directa con la hepatitis A --sostiene la especialista--. Podría estar en el origen de este brote".
- • Salud Pública sospecha que hay casos no detectados
BARCELONA
La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) declaró ayer la existencia de un brote contagioso del virus de la hepatitis A tras confirmar la infección en 29 personas de 24 a 45 años que viven en distintos distritos de la ciudad. Los contagios han sucedido entre diciembre y enero, y han afectado a 25 hombres --un 50% homosexuales-- y a cuatro mujeres. La ASPB dirigió una alerta a los médicos de los centros de asistencia primaria y de las áreas de urgencia de los hospitales, con el fin de que emprendan una búsqueda activa de la enfermedad y hagan el análisis que detecta el virus a las personas que sufran síntomas atribuibles a la hepatitis.
Este organismo recibe la notificación de los casos de hepatitis A, B o C que son detectados en los centros sanitarios de la ciudad, ya que se trata de infecciones transmisibles que los médicos están obligados a comunicar con el fin de que se investigue su origen y se acote la expansión. La acumulación de una treintena de casos en apenas dos meses permite deducir a los técnicos de la ASPB que existen más casos aún no captados. "Sospechamos que ha habido más contagios de hepatitis A de los que los médicos nos han comunicado", afirmó ayer la doctora Patricia García de Olalla, epidemióloga de la ASPB. Un brote similar no sucedía en Barcelona desde el 2002.
El virus de la hepatitis A tiene un periodo de incubación de entre 15 días y tres meses, aunque casi siempre se manifiesta al mes del contagio. Causa una inflamación del hígado que, en el inicio, provoca una intensa fatiga inexplicable. Quien lo sufre, no se encuentra bien pero no sabe porqué, explican.
Dos semanas después, aparece la ictericia: la piel de todo el cuerpo se amarillea, incluida la membrana esclerótica (blanca) de los ojos. Las heces se hacen blancas y la orina adquiere el color de la bebida de cola.
REPOSO
En esa fase, que dura un mínimo de 15 días, la terapia más adecuada es el reposo absoluto. No existen fármacos eficaces contra este virus hepático. "La hepatitis A es una inflamación del hígado y causa los mismos malestares que las hepatitis B y C, pero es la más benigna de todas --asegura García de Olalla--. Salvo casos fulminantes y mortales, es la única forma de hepatitis que no se hace crónica". La mayoría de afectados se cura, añade. En cambio, un 40% de los infectados por hepatitis B y un 70% de quienes enferman con el virus C sufren una inflamación hepática permanente. Esta última puede conducir a cirrosis o cáncer.
La transmisión de la hepatitis A siempre tiene relación con las heces. "De forma recurrente, afecta a pequeños grupos de bebés, que la transmiten a sus madres cuando los limpian", explica la epidemióloga. O pasa de un niño a otro --a tres o cuatro--, si están en la guardería.
"La práctica del sexo oro-anal tiene relación directa con la hepatitis A --sostiene la especialista--. Podría estar en el origen de este brote".
