Escrito el 20-01-2009 por dosmanzanas
Barack Hussein Obama ya es Presidente de los Estados Unidos. George W. Bush ya es historia. Sólo eso justifica que hoy sea un día de celebración para todas las personas que luchan por la consecución de derechos civiles plenos para las personas LGTB en los Estados Unidos, con las cuales nos solidarizamos, porque sus alegrías son también las nuestras. Ahora, muchas y muchos nos preguntamos qué nos deparará la nueva Presidencia en este ámbito. El sentimiento general es razonablemente optimista, aunque no conviene olvidar algunas señales contradictorias durante las últimas semanas que obligan a permanecer alerta. Por lo pronto, la página oficial de la Casa Blanca ya ha publicado el programa de intenciones de Barack Obama en este capítulo, y debemos constatar que es francamente positivo. Si lo cumple en su integridad, dentro de cuatro años sí que podremos decir, con datos en la mano, que la suya ha sido una presidencia histórica.
Los puntos del programa presidencial son:
- Reforzar la legislación federal contra los crímenes “de odio”, incluyendo bajo este epígrafe aquellos crímenes cometidos por razón de orientación sexual e identidad de género.
- Combatir la discriminación laboral por razón de orientación sexual e identidad de género.
- Apoyar la concesión a las parejas LGTB de los mismos derechos de los que gozan las parejas heterosexuales casadas en el ámbito competencial de la administración federal. Obama es partidario de las uniones civiles, pero apoya la derogación del DOMA (Defense of Marriage Act), la ley que impide el reconocimiento y la atribución de beneficios federales a las parejas del mismo sexo que hayan celebrado una unión civil o que hayan contraído matrimonio en aquellos estados en que sea posible (actualmente dos, Massachusetts y Connecticut, pero muy probablemente serán más a lo largo de los próximos meses y/o años).
- Oponerse a cualquier intento de definir el matrimonio en la Constitución de los Estados Unidos como “exclusivo entre un hombre y una mujer”, lo que impediría a los estados que así lo quieran autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
- Rechazar la política de “Don’t Ask, Don’t Tell”, que impide a las personas abiertamente gays y lesbianas servir en el ejército, y que a lo largo de los últimos años ha justificado la expulsión del mismo de personas de acreditada valía.
- Consolidar los derechos de adopción para parejas e individuos, independientemente de su orientación sexual, de forma que cualquier niño tenga derecho a crecer en el seno de una familia que lo cuide y lo quiera, sea homoparental o no.
- Potenciar las políticas de prevención del VIH/sida, así como combatir el estigma asociado al seroestatus. Obama también se muestra, dicho sea de paso, favorable a la educación sexual y a la distribución de anticonceptivos a través de los servicios públicos de salud.
- Dotar a las mujeres de mejores instrumentos para prevenir el VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual.
El programa de intenciones pinta bien. Obama cuenta además con sólidas mayorías demócratas en Cámara de Representantes y Senado que, sobre el papel, no deberían poner demasiados obstáculos en este ámbito. De él depende que lo veamos cumplido…