Escrito el 20-12-2008 por Flick
Os trasladamos algunos datos más sobre la declaración que sesenta y seis países firmaron el pasado jueves en Naciones Unidas instando a sus miembros a que despenalicen la homosexualidad, y que desde dos manzanas hemos seguido día a día. Entre otras cosas, las curiosas explicaciones del Vaticano para no sumarse a la propuesta.
En primer lugar, los países firmantes de la declaración han sido finalmente Albania, Alemania, Andorra, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bélgica, Bolivia, Bosnia-Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Canadá, Cabo Verde, Chile, Chipre, Colombia, Croacia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Gabón, Georgia, Grecia, Guinea-Bissau, Holanda, Hungría, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malta, Mauricio, México, Montenegro, Nepal, Nicaragua, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay, Polonia, Portugal, República Centroafricana, República Checa, Rumanía, San Marino, Santo Tomé y Príncipe, Serbia, Suecia, Suiza, Timor Oriental, Reino Unido, Uruguay y Venezuela.
Las explicaciones del Vaticano
Si por algo se ha caracterizado este episodio es porque las maniobras vaticanas contra los derechos LGTB en Naciones Unidas han quedado en evidencia como nunca antes había sucedido, lo que ha obligado a la representación permanente de la Santa Sede a “apreciar los esfuerzos de condenar todas las formas de violencia contra las personas homosexuales, así como de pedir a los Estados que tomen las medidas necesarias para acabar con todas las penas criminales contra ellas”.
Sin embargo, para la Santa Sede la declaración iba demasiado lejos, por utilizar términos como “orientación sexual” o “identidad de género”. Según el Vaticano, “si estas categorías se tuvieran que tener en cuenta a la hora de proclamar y aplicar los derechos fundamentales, crearían una seria incertidumbre jurídica y socavarían la capacidad de los Estados para establecer y hacer respetar las convenciones y criterios sobre los derechos humanos nuevos o ya existentes”.
En L’Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano, la Santa Sede ahonda en la explicación de su postura. Para el Vaticano, la mera aceptación de los términos “orientación sexual” e “identidad de género” implicaría que “la identidad sexual es definida culturalmente” y abriría a las puertas a que en el futuro se quisiera imponer el “igualar las uniones entre personas del mismo sexo al matrimonio, e incluso darle a las parejas homosexuales la posibilidad de adoptar o ‘procrear’ niños”. El Vaticano también considera que la declaración pondría en peligro “otros derechos humanos”, como la libertad religiosa, de forma que a partir de ella se quisiera limitar la libertad de las religiones para enseñar que la conducta homosexual es “moralmente inaceptable”.
Los países musulmanes relacionan homosexualidad y pedofilia
Además del Vaticano, el otro gran polo de oposición a la declaración de la ONU lo han constituido los países musulmanes. Siria, en nombre de los 57 países miembros de Conferencia Islámica, lideró una contrapropuesta que establecía explícitamente que la propuesta de Naciones Unidas invadía la “jurisdicción nacional de los Estados” y que aceptar la noción de orientación sexual podría llegar a derivar en intentos de “legilitimar actos deplorables, como la pedofilia”.
Resumen de la jornada del jueves 18 de diciembre de la Asamblea General de Naciones Unidas disponible en la página oficial de la ONU.
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