Piden 60 años para el acusado del crimen de los gais de Vigo
La Fiscalía dice que el reo tiene un «coeficiente intelectual limitado» e iba drogado
La Fiscalía de Vigo ha solicitado que Jacobo P.?R. sea condenado a un total de 60 años de cárcel y 200.000 euros de indemnización por el doble crimen de dos amigos que compartían piso en la céntrica calle Oporto de Vigo. El ministerio público imputa al supuesto autor los asesinatos de Isaac Pérez Triviño, al-Daní, de 26 años, y de Julio Anderson Luciano, brasileño de 32 años, a quienes presuntamente asestócon ensañamiento 57 puñaladas para torturarles. Ambos eran muy apreciados entre la comunidad gay de Vigo. La acusación pública también le incrimina por un incendio que provocó en el piso que fue escenario del crimen porque puso en peligro la vida de decenas de vecinos que residían en el mismo edificio y que en ese momento dormían.
El fiscal considera que el supuesto autor consumió cocaína y bebidas alcohólicas con anterioridad al crimen, pero ello «no mermaba su capacidad para comprender lo que hacía», pues no sufría dependencia de tales sustancias. También señala que el imputado presenta un coeficiente intelectual límite que no rebaja su responsabilidad, porque conservaba sus facultades de voluntad e inteligencia.
Los hechos se remontan a las cuatro de la madrugada del 13 de julio del 2006. El acusado había conocido horas antes a las víctimas en un pub de Vigo donde una trabajaba como camarero. Luego, lo invitaron a visitarles a su piso de la calle Oporto, número 12, donde cenaron.
Según el escrito provisional de acusación, el implicado usó dos armas blancas de hoja monocortante para apuñalar a sus víctimas por diferentes partes de sus cuerpos. La Fiscalía ignora los motivos de la agresión, pero establece que Jacobo acuchilló 22 veces a Julio Anderson y 35 a Isaac. Les causó la muerte por shock hipovolémico por la profusión de heridas recibidas.
«Cuchilladas innecesarias»
La Fiscalía mantiene que la intención del imputado era causarles una «muerte cierta». Y subraya que efectuó la totalidad de las cuchilladas cuando sus víctimas seguían con vida. «En su mayoría, eran innecesarias para la consecución de su muerte, aumentando deliberada e inhumanamente su sufrimiento», dice el escrito. Al haber ensañamiento, hay delito de asesinato.
Por cada asesinato, el fiscal pide 20 años de cárcel, lo que suman 40. Además, piden otros 20 años por el delito de incendio, ya que el imputado prendió fuego a la casa y a los cadáveres y llegó a abrir la espita de gas del inmueble «con la intención de provocar una deflagración». La Fiscalía advierte que hubo un gran riesgo para los moradores de las viviendas cercanas. Los bomberos tuvieron que evacuar a los vecinos. Los daños fueron cuantificados en 9.171 euros.
El acusado robó una maleta con efectos de las víctimas, que luego tiró a la basura, pero la Fiscalía descarta el delito de robo. Cree que solo pretendía despistar a la policía.