Varios parlamentarios del PP han presentado una enmienda a la Ponencia Política que se llevará al Congreso Nacional de junio en la que apuestan por una visión renovada del liberalismo, sin olvidar los valores esenciales de la tradición cristiana, como 'la dignidad y libertad de la persona y sus derechos inalienables, la defensa de la vida humana desde su concepción' y el matrimonio 'entre hombre y mujer'.
Así se recoge en una de las tres enmiendas que han firmado conjuntamente el vicepresidente del Parlamento europeo, Alejo Vidal-Quadras, el diputado en el Parlamento Vasco Santiago Abascal, el diputado nacional Eugenio Nasarre, el senador Luis Fraga, el alcalde de Calviá (Mallorca) Carlos Delgado y el concejal de Durango (Vizcaya) Vicente de la Quintana.
En su enmienda, recuerdan que el PP propone a la sociedad española 'una visión renovada del ideario' de las corrientes históricas surgidas en Europa al final de la II Guerra Mundial 'desde una posición de centro reformista'. Esa visión, añaden, tiene como eje la libertad y persigue también el logro de un mayor bienestar para todos a través de las adecuadas políticas sociales.
Eso sí, recalcan que esta 'visión renovada del liberalismo es compatible con el mantenimiento de postulados procedentes del pensamiento conservador, tales como la reafirmación de la Nación española como sujeto histórico y la indispensable vinculación de la persona con la comunidad política y la sociedad de las que forma parte'.
También se apoya, prosiguen, en los valores esenciales de la tradición cristiana que se encuentran en la base de la civilización occidental, entre los que destacan 'la dignidad y libertad de la persona y sus derechos inalienables, la defensa de la vida humana desde su concepción, la consideración como fundamentos de la sociedad del matrimonio entre hombre y mujer y de la familia resultante del mismo y el ideal de justicia social'.
En la misma enmienda a los principios y valores del PP, estos dirigentes 'populares' recuerdan que la Constitución garantiza la libertad de religión y de culto en el marco de un Estado no confesional. Se trata, subrayan, de uno de los marcos jurídicos 'más completos para el libre ejercicio de esta libertad por parte de los individuos y de las comunidades y confesiones religiosas'.
Los promotores de esta enmienda recuerdan que en este marco se establece que los poderes públicos tendrán en consideración las creencias religiosas de la sociedad española y garantizarán el debido respeto a las mismas. 'Ese marco jurídico, nacido en la misma Transición con el máximo consenso de las fuerzas políticas, debe ser íntegramente preservado', concluyen.
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