Susana
Hoy hace 140 años que fue acuñada por primera vez la palabra homosexualidad. Antes de 1868 no existía una palabra no peyorativa que nos representara.
El primero en utilizar el término homosexual fue Karl-Maria Kertbeny, un periodista austrohúngaro, del que no se sabe con total certeza su orientación sexual – pero a los 44 años se mudó a Berlín y seguía soltero -.
La palabra homosexual la utiliza por primera vez en una carta que le escribe a Karl Heinrich Ulrichs, un activista gay alemán, el 6 de mayo de 1868. La compone utilizando el prefijo griego homo – mismo – y la raíz latina sexualis – sexo -.
Por su parte, también Karl Heinrich Ulrichs fue padre de otras palabras significativas. Así, definió el urning como una ‘persona con un cuerpo masculino y con una psique femenina’, que se sentía atraída por los hombres; y el urningin, una ‘persona con cuerpo femenino y con psique masculina’; y por último estaba el Urningthum, que sería un sinónimo de homosexualidad y que incluso lo antecedió.
Pese a esto, en la mayoría de lenguas europeas la acepción más usada era la de invertido o invertido sexual.
La primera aparición pública de la palabra homosexual tuvo lugar al año siguiente, cuando Kertbeny publicó un panfleto de forma anónima que hablaba sobre las leyes anti sodomía de Prusia y argumentaba que el sexo consentido no debe ser penado.
La palabra empezó a conseguir adeptos y fue entonces cuando la idea de que la homosexualidad era congénita empezó a ganar terreno, con lo que se concluyó que era una patología – lo que, aunque resulte paradójico, en aquella época suponía un avance ya que hasta entonces sólo había sido considerada una degradación moral que debía ser severamente castigada-.
En 1880 Gustav Jäger utilizó la palabra homosexualidad en su libro ‘Discovery of the Soul’, y acuñó otra de cosecha propia: heterosexual.
Vía | Box Turttle Bulletin
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