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La historia de Sophia es una de esas que te marcan. Que te aceleran los latidos solo por la rabia y la impotencia que sientes. Una vida que se pierde, la vida de una preciosa niña de dos años que ha sido víctima de la homofobia.
Cuánto siento, Sophia, que este sistema te haya fallado así.
Sophia Ocampo nació en Brasil, de una relación entre Jean Carlos y Stephanie. Al poco tiempo Jean Carlos salió del armario y se separaron. Él comenzó una relación con otro hombre, ambos le dieron a la niña dos cosas que su madre no le dio en ningún momento: amor y cuidado.
Stephanie no quería que su hija se desarrollara cerca este amor gay así que comenzó a prohibir las visitas. Jean Carlos no se dio por vencido, él y su pareja se comportaban como dos padres cariñosos y comenzaron a ver signos preocupantes. Encontraban a la niña con moratones y fracturas.
Demandó a la madre por maltrato y pidió la custodia de la niña. Uno de los documentos presentados muestra una fractura de tibia que sufrió la pequeña, además del registro de que acudió a un total de 30 consultas médicas por distintas lesiones físicas.
Pero aún así, y aunque la madre no se presentó a las citaciones legales, la justicia no respaldó a Jean Carlos por ser gay y por tener una pareja masculina. La pequeña Sophia siguió, por ley, encerrada en su propio infierno. Al cuidado de su madre maltratadora y del novio de ésta, que abusaba sexualmente de ella.
La madre llegó a urgencias con el cadáver de su hija. Los médicos corroboraron que la niña sido violada y asesinada. Tanto ella como su novio han sido detenidos por la policía.
La homofobia mata. Y ya bastante tenemos con sufrirla nosotros como para aceptar que nuestros hijos tengan que morir por ella.
Fuente: https://ovejarosa.com/un-padre-pierde-la-custodia-de-su-hija-por-ser-gay-y-la-nina-muere-abusada-y-asesinada-por-el-novio-de-la-madre/
