“Los gays no caben en el fútbol”
Fuente:tribunalatina.com
Jorge Pinto, DT de Colombia, no tuvo reparos en ratificar la la homofobia en el fútbol. Unas duras declaraciones que desperaron la ira entre los homosexuales: "Es gente muy cerrada que no permite que muchos jugadores salgan del armario", respondieron desde el ambiente a Tribuna Latina. La polémica está servida.
Federico M. Winer
fwiner@tribunalatina.com
Jorge Luis Pinto es el entrenador de la selección de fútbol de Colombia y desde hace algunas horas está en la mira por unas frases que declaró al periódico El Heraldo de Barranquilla. “Los homosexuales no caben en el fútbol por actitud, comportamiento, exigencia y respeto”, aseveró. Consultado al respecto de que otros técnicos y futbolistas ven como algo normal a los gays en el ambiente, respondió: “Del dicho al hecho hay mucho trecho; hay comportamientos, pero concretos, muy pocos. El mismo fútbol rechaza esos personajes (a los homosexuales)”.
En sí el seleccionador se expresó en la misma línea que el ex directivo de la Juventus, Luciano Moggi, quien aseguró que “No hay gays en el fútbol, no sé si los jugadores están en contra de tener a alguno en su equipo, pero yo sí lo estoy. En los clubes en los que he trabajado, nunca ha habido. No he querido nunca un jugador homosexual y rechazaría todavía hoy fichar a alguno”. La homofobia en el fútbol fue avalada por muchísimos entrenadores y jugadores; hasta Joseph Blatter, presidente de la FIFA, afirmó en marzo pasado que “hay futbolistas gays, pero no lo declaran porque creen que no serían aceptados en estas organizaciones de hombres. Pero el fútbol está abierto a todos: hay una competición específica y en el fútbol femenino es más popular la homosexualidad”.
Justin Fashanu fue tapa en revistas de ambiente luego de confesar su condición homosexual.
Santos Félix, presidente de la Casa Lambda de Barcelona, y José Benito Eres, titular del grupo ‘Grup Amics Gais i Lesbianas de Catalunya’, dialogaron con TribunaLatina.com para ratificar la discriminación que existe hacia sus colectivos en el ambiente deportivo. “Lamentablemente existe mucha homofobia en el mundo del deporte. Esto no lo asumimos para nada porque la condición sexual no significa ningún impedimento para que un jugador sea marginado. Puede ser tan bueno como un heterosexual”, explica José.
“Las de Pinto son declaraciones que dentro de este ámbito están bien vistas porque es un terreno vedado para los que quieren salir del armario. Normalmente se entra en los tópicos reiterados de que son travestis, transexuales y que generarían problemas en el vestuario. En los equipos se ensalza mucho el machismo, las batallas… y resulta ser que hay homosexuales en diferentes formas en todos los sitios”, agrega Félix.
-¿Se acercan deportistas gays?
Benito- En breve se van a organizar los EuroGais en Barcelona, que son unos Juegos Olímpicos para toda la colectividad. Muchas de las personas que practican uno u otro deporte nos explican que los hay y tienen miedo de decirlo para no ser discriminados.
Félix- En nuestro caso tenemos contactos con el mundo de la alta competición, donde chicos y chicas nos comentaron situaciones peculiares. También recibimos consultas del ámbito militar, que es muy cerrado y donde tienen problemas similares para poder expresarlo.
-En la antigüedad no existía este problema.
F- Exacto. En Esparta los propios Generales fomentaban las relaciones entre los guerreros para crear lazos en el campo de batalla. Y en Olimpia los griegos hacían lo mismo. Ojalá llegue el día en que la sociedad acepte a un deportista, sea gay o lesbiana. Por ello no tiene que tener premio ni gente en contra. Simplemente ser aceptado como el resto.
-¿Qué le dirían a Pinto si lo tuvieran enfrente?
B-Realmente no sé si con esta personas hablar merece la pena. Es como decirle a un franquista que acepte una democracia liberal. Sinceramente no me dignaría a hablarle hasta que reviese su postura. Pediria su dimisión.
Un complejo histórico.
En cierto sentido, tanto a Pinto como a Moggi no les falta razón en sus aseveraciones: la élite deportiva en general, y el fútbol en particular, hubo contados casos en que se animaron a salir del armario. Tal vez el más emblemático de todos fue el de Justin Fashanu, un delantero inglés de origen nigeriano, quien acabó inmerso en una historia con un trágico final.
David Beckham encabezó la revolución Metrosexual en el fútbol.
Entre 1982 y 1990, cuando todavía no lo había confesado pero se sospechaba de su condición, a Fashanu lo acosaban con cantitos de ‘maricón-maricón’ en todos los partidos. Hasta que un día a inicios de los ’90, cansado de esa doble vida, reveló sus gustos.
Lo que le siguió fue todo barranca abajo. Antes de anunciar su condición, había jugado 213 partidos (85 goles) en equipos de gran nivel como el Norwich o el Nottingham Forest, que pagó a comienzos de los ’80 un millón de libras por su pase. Después de confesarse, en cambio, sólo convirtió 33 tantos en torneos menores de Estados Unidos y Canadá. En 1998, y después de un espectacular acoso de la prensa y de la justicia por un supuesto caso de abuso a un compañero de 17 años, Justin se ahorcó en el garaje de su casa de Londres. Semanas más tarde Maryland reconocía el error y lo absolvía de los cargos por falta de pruebas.
“La historia de Fashanu tiene que hacernos reflexionar a todos. Los gays hemos conseguido muchas ventajas legales, como el matrimonio en España, pero es una labor por la que se debe continuar adelante. Estoy convencido que un día lo conseguiremos: montañas más altas han caído”, finaliza Santos Félix.
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