M. RUIZ DEL ÁRBOL - Madrid - 06/02/2008
Hoy, la hija de Susana Meseguer está más cerca de tener dos apellidos. Fue concebida por inseminación artificial y, desde que nació, hace dos años, tiene dos madres: Susana, su mamá biológica, y Vanesa, la mujer de Susana y también su madre, aunque la ley, por ahora, no lo reconozca. El juez Fernando Ferrín Calamita, que ejerce en un juzgado de Murcia, ha retrasado la adopción de la niña por parte de Vanesa de las Heras, cónyuge de Susana desde noviembre de 2005, pidiendo pruebas psicológicas, y oponiéndose a admitir esta adopción.
Por eso, a finales del año pasado, Vanesa de las Heras puso una querella contra Ferrín Calamita, que ayer fue admitida a trámite, algo poco habitual teniendo en cuenta que el implicado es un juez. Esto quiere decir que el tribunal penal ha percibido que en la actuación del juez hay indicios de delito, en concreto de "retardo malicioso en la administración de la justicia", según dice la querella. Ayer, el abogado de la pareja, José Luis Mazón, se mostraba muy optimista y declaró que "un efecto colateral de esto puede ser que la comisión disciplinaria del Consejo del Poder Judicial le inhabilite". Esta decisión abriría la puerta para que la hija de Susana obtenga los apellidos de Vanessa.
Ferrín Calamita se hizo conocido el año pasado por decisiones en las que expresaba su menosprecio hacia los homosexuales. Aparte de este caso, en otro otorgó la custodia de unas niñas al padre basándose en que la madre era lesbiana. Ambas actuaciones le valieron la apertura de dos expedientes en el Consejo del Poder Judicial.