Onur es gay. Vino de Turquía con una beca y es musulmán practicante. Le gusta que conferencias como la que la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha celebrado en Córdoba aborden el creciente fenómeno de la islamofobia, pero le entristece que se margine el trato que las minorías sexuales reciben por parte de los propios musulmanes. Eso es lo que han denunciado varias organizaciones que participaron en la cita preparatoria, en Jaén, donde aprobaron una declaración que incluía varios puntos que "no fueron leídos" en la conferencia: "Abolición del sistema patriarcal", lucha contra la "discriminación sobre minorías sexuales" y tratamiento del "pluralismo de los conceptos de género".
Para el coordinador de Relaciones Internacionales de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), David Montero, la causa de la "supresión" se resume en la dificultad de llegar a un acuerdo entre 56 países: "Estas conferencias funcionan por consensos y es obvio que con miembros como Polonia o Rusia no nos escuchen". Es lo que lleva, según Montero, a realizar "una declaración de principios mínimos y a que el ministro [Moratinos] tartamudee cuando se le pregunta por qué se elimina esa parte". Exteriores, a quien la FELGTB pedirá explicaciones, lo niega.
Preocupa la islamofobia
Al Colectivo de Gays, Lesbianas y Transexuales de Jaén también le preocupa el asunto porque "esas desigualdades" hacen que se genere más islamofobia. "En Irán, dicen que no hay gays y luego, los cuelgan", lamenta su presidente, Gonzalo Serrano.
Al margen de la polémica, la declaración final de la OSCE aboga por la "educación" como instrumento fundamental contra la intolerancia. Y, entre otros puntos, señala que nada puede justificarla. En este contexto, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que participó en la clausura, dijo que no se puede permitir "que ocurra con el Islam lo mismo que con el Holocausto judío".
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