En una reciente encuesta realizada por la consultora Gallup, se descubrió que casi el 90 por ciento de los norteamericanos cree que los gays deberían tener igualdad de derechos en su lugar de trabajo. Sin embargo, solamente el 47 por ciento de esta gente cree que ser gay es "moralmente aceptable". Entonces, ¿qué es lo que ha convencido a 9 de 10 norteamericanos de que los gays y las lesbianas merecen igualdad en sus trabajos a pesar de que no creen que ser gay sea aceptable? Abriendo un camino no planeado pero igualmente exitoso, la llamada “América Corporativa” se está convirtiendo en el activista gay más persuasivo de la década.
¿Cómo lo está logrando? Por medio de una simple fórmula de tres pasos: credibilidad + educación + acción. Es una formula ganadora que logra alcanzar nuevos niveles de igualdad en otras áreas, incluyendo temas controvertidos como el casamiento entre personas del mismo sexo. El mensaje de la América Corporativa a favor de los derechos de sus empleados gays está atravesando barreras políticas, económicas y hasta religiosas.
Así es como funciona esta fórmula:
Credibilidad: En una era en la que las percepciones visuales lo son todo, estas empresas “top” están poniendo el foco (literalmente) en sus empleados gays y lesbianas, exhibiéndolos como la imagen de profesionales exitosos y muy trabajadores. Por ejemplo, en una serie de avisos que fueron publicados en algunas de las revistas de negocios más importantes del país, IBM muestra a sus empleados gays en este mismo contexto: el del empleado perfecto. Incluso esa gente que todavía cree que no somos "moralmente aceptables" tiene que admitir que no hay nada amenazante ni subversivo respecto a estos profesionales. Las empresas también les están otorgando a los medios el acceso a los perfiles de sus exitosos ejecutivos gays para su uso en revistas de negocios, programas de noticias y documentales. Este alto nivel de visibilidad de la comunidad gay en el mundo del trabajo está ayudando a crear una credibilidad a nivel masivo, lo cual es esencial para alcanzar el objetivo final: que la orientación sexual finalmente no sea un problema que necesite ser mencionado o discutido.
Educación: Como me dijo el Vicepresidente de Recursos Humanos de una importante empresa de Wall Street, "una vez que la credibilidad está establecida, es posible inyectarle conocimiento al cerebro colectivo de una compañía". Aquí es donde aparezco yo, ya que me están pagando mucho dinero para "inyectarle" nueva información a sus compañías acerca de liderazgo efectivo. En una de mis visitas corporativas, dicté un seminario a varios empresarios acerca de por qué los ejecutivos gays asumidos de compañías como Deloitte, Disney y Morgan Stanley están logrando un mayor nivel de satisfacción en sus empleados en comparación al que consiguen sus pares heterosexuales. A pesar de que fui preparado a darme la cabeza contra una pared de ladrillos con un grupo de "blancos, heterosexuales y republicanos", me sorprendió gratamente la receptividad con la que estuvieron dispuestos a aprender acerca de este nuevo giro en el liderazgo de negocios. Sin embargo, si la credibilidad de los profesionales gays no estuviese ya establecida, la habitación hubiese estado vacía.
Acción: La credibilidad y la educación le abren el camino a la posibilidad de generar un cambio, lo cual siempre es el objetivo principal de todo buen activista. En este contexto, la América Corporativa ha tomado cartas en el asunto al incluir la orientación sexual y la identidad de género en sus informes de Igualdad de Oportunidades de Empleo (EEO). En este informe se detalla acerca de los beneficios para las parejas de hecho en los paquetes de beneficios de las empresas y la contratación de más empleados gays para puestos y eventos importantes. Pero lo más importante es que están creando ambientes de trabajo donde los gays pueden avanzar de acuerdo a sus talentos y sus capacidades y no ser boicoteados por pertenecer a una minoría social. Y por supuesto, la razón más importante por la cual la América Corporativa se mantendrá dentro de su actual curso de activismo gay involuntario: el dinero. La inclusión es importante, claro está, tanto para lograr un impacto positivo en la creatividad, la productividad, la retención y la ganancia.
Personalmente, el momento en que me terminé de convencer de que la América Corporativa será reconocida en los libros de historia por haberle dado a la comunidad gay el último empujón en el "camino hacia la igualdad" fue luego de hablar en un evento auspiciado por la Cámara de Comercio de Manhattan. Luego de mi conferencia, me presentaron al líder de un grupo que yo creía que solamente existía en la frondosa imaginación de las revistas de chismes gays. Así como se habla de la “mafia gay”, pensé que estos rumores eran de esa clase. Pero me di cuenta que estaba equivocado. El grupo se llama “G-Suite”. Un juego de palabras con el término “C-Suite” que designa a los grupos conformado por empresarios de alto rango (por el término “Chief” en inglés), la G-Suite es una colección en crecimiento de importantes ejecutivos gays, filántropos millonarios y selectos políticos que trabajan juntos con un objetivo en común: poder ubicar al primer CEO abiertamente gay a cargo de una de las 500 empresas más importantes de la América Corporativa. Lo bueno de la G-Suite y de su probable éxito es que ha surgido en una época en la que la América Corporativa se ha convertido en el campeón inesperado del activismo por los derechos de los gays.
Mientras muchos activistas veteranos gritarán y se quejarán por este cambio de bando en la lucha por la igualdad, una nueva era de activismo gay ha comenzado. Gracias en gran parte a la América Corporativa, el camino hacia la desaparición de los crímenes de odio anti-gay, la aprobación del casamiento entre personas del mismo sexo y la adopción por parte de personas gays ya ha sido allanado. No a través de Washington, sino a través de Wall Street. Después de todo, han convencido a nueve de diez norteamericanos de que los gays merecen ser tratados con igualdad en sus trabajos. Los miembros del G-Suite parecen tener la idea correcta, capitalizar el perfil en alza de los empresarios gays y ayudarlos a escalar los peldaños de la escalera corporativa hacia el cargo más alto. El día en que un profesional abiertamente gay se convierta en el CEO de una de las empresas “top” de los Estados Unidos, ese día será un hito en la historia de la igualdad para los gays. Y lo más probable es que todos esos otros hitos que hemos estado esperando que sucedan, simplemente se darán solos y de forma natural.
© Traducción de Esteban Rico para SentidoG.com
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