Discriminación en la Policía
El reglamento interno de la institución compara robar y poseer o consumir drogas, con el homosexualismo.
Si hay rumores de que un agente es gay, se busca cómo probarlo, indica Manuel Muy Zapateiro.
El artículo 19 de la Constitución dice: "no habrá fueros o privilegios ni discriminación por razón de raza, nacimiento, discapacidad, clase social, sexo, religión o ideas políticas".895250Flor Mizrachi Angel
flor@prensa.com Un policía al que llamaremos Juan Fernández, pues prefirió el anonimato, asistió a un entrenamiento militar en el extranjero. Conoció a quien se convirtió en su compañero y se vino a vivir con él a Panamá.
Una vez acá, la relación se deterioró y su pareja, para vengarse, envió a la Policía Nacional fotos que, aunque no eran pornográficas, dejaban en evidencia su preferencia sexual. Por eso, y aunque su expediente estaba limpio, fue destituido. En la nota con la que se le despide no se menciona nada al respecto.
Otra afectada, que también pidió reserva de su nombre, contó que esconde sus preferencias para no ser despedida. Su temor a ser descubierta es tal, que usa un nombre falso cuando está fuera del trabajo.
El tema se discute en varias latitudes. Amsterdam, por ejemplo, creó esta semana una sección de policías homosexuales para combatir la homofobia. En 2004, el departamento de Policía de San Francisco, en Estados Unidos, convocó a gais para unirse a las fuerzas, y en España ya existe la Asociación de Policías Homosexuales.
Sin embargo, en Panamá, el artículo 133 del Reglamento Interno de la Policía Nacional establece como "falta gravísima" la práctica del homosexualismo o lesbianismo. Se castiga con destitución o incluso, arresto. Siendo así, queda claro que estas personas no la tienen fácil en la institución.
En ese texto se compara esas orientaciones sexuales con "consumir o portar drogas ilícitas, robar o agredir a un compañero o superior".
‘NO HAY DISCRIMINACIÓN’
IMAGEN Según Manuel Muy Zapateiro, director de Responsabilidad Profesional de la Policía, los homosexuales no son aceptados en la entidad porque “se debe dar el ejemplo y cumplir con una norma de moralidad”.Manuel Muy Zapateiro, director de Responsabilidad Profesional de la Policía, considera que la ley no discrimina. Según dijo, no pueden ingresar homosexuales porque "se debe dar el ejemplo y cumplir con una norma de moralidad". Incluso, compara la homosexualidad con una enfermedad. "Para ser policía hay que estar sano física y mentalmente".
Cualquiera de las dos tendencias es causal de destitución. Para el ingreso a la Policía, dice Muy Zapateiro, se considera el homosexualismo "una práctica no aceptable".
En una visita que realizara La Prensa a la Policía, se constató que los agentes se bañan en duchas abiertas, comparten el servicio y duermen juntos. Aunque para un policía que se definió a sí mismo como homofóbico -y que no quiso ser identificado- la situación es intolerable e incómoda porque siente que cada vez que se desviste lo miran con intereses románticos, otros dos agentes creen que sencillamente la ley es discriminatoria.
"En la Policía hay muchos homosexuales que son buenos en su trabajo. Todos sabemos quién es quién, pero ellos se tienen que reprimir ante los superiores. Mientras no se metan con nadie, ¿por qué botarlos?", sustentaron.
Cuando hay rumores de que un policía es homosexual, se busca cómo probarlo, indica Muy Zapateiro. Luego, el caso pasa a la Junta Disciplinaria y ellos deciden qué se hará.
Para Ricardo Beteta, presidente de la Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá (AHMNP), "es increíble que una sociedad que dice ser moderna tenga normas anacrónicas y discriminatorias. Si el Estado se atribuye el derecho a discriminar a sus ciudadanos, ¿qué podemos pedir de la empresa privada?".
INTOLERANCIA PROFUNDA
El Código Penal de 1922 consideraba el homosexualismo como un delito. Cuando se aprobó el de 1982 se despenalizaron esas prácticas. La constitución actual aún no los protege de una manera específica, sino general. No aparece ninguna mención directa de ellos.
El artículo 19 de la Constitución dice "no habrá fueros o privilegios ni discriminación por razón de raza, nacimiento, discapacidad, clase social, sexo, religión o ideas políticas". "En ningún lado se menciona preferencias sexuales", indica Beteta, por lo que aduce que los homosexuales no están protegidos en Panamá.
Por tanto, la AHMNP presentó en 2005 un anteproyecto de ley ante la Asamblea Nacional, por el que "se prohíbe la discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género".
Según cuenta, la reacción de los diputados fue de burla y negación. "Entre ellos mencionó a Dalia Bernal, Vladimir Herrera, Bernardo Ábrego, Marilyn Vallarino y Leandro Ávila". Luego, "un grupo de diputados, evangélicos en su mayoría, pidió que la propuesta se engavetara".
Pero, Ávila y Bernal dicen no conocer ni a Beteta ni el proyecto. "Tengo muchos amigos homosexuales, entre ellos mi estilista y no los denigro, los respeto mucho", dijo Bernal.
Por su parte, Ábrego indicó: "¿De burla? No sé nada de eso. Además, si me burlé o no, ¿qué tiene que ver eso ahora?".
A Herrera y a Vallarino fue imposible ubicarlos.
Beteta agregó que el anteproyecto será presentado nuevamente en un mes. "Fue evaluado por la Oficina de Iniciativa Ciudadana y calificada como muy buena y necesaria", dijo.
Los constitucionalistas Jorge Giannareas y Rigoberto González no piensan como Beteta. Para ellos, los homosexuales sí están protegidos en Panamá y en la Constitución no tiene que decirlo explícitamente. Según dicen, es un artículo general y la interpretación debe ser amplia. "No significa que como no está mencionado se puede discriminar por preferencias sexuales", dijeron ambos.
Aún así, coincidieron en que el reglamento de la Policía es discriminatorio. "Viola derechos fundamentales", agrega González.
Beteta dice tener conocimiento de siete casos de destitución por homosexualidad. Maité Cisneros, delegada para la promoción y protección de derechos de personas con VIH de la Defensoría del Pueblo, señala que, aunque varias personas han ido a la entidad para contar su experiencia, cuando se les va a abrir el expediente se echan para atrás por "temor a ser señalados". Por eso dice no tener una cifra exacta de expedientes abiertos.
Aunque se hicieron esfuerzos por conseguir una reacción sobre este tema de la ministra de Gobierno y Justicia, Olga Gólcher, fue imposible. Se le llamó dos veces a su celular, pero se nos informó que estaba en reuniones. Además, su relacionista pública se comprometió a llamar, pero no lo hizo.
Muy Zapateiro indica que el asunto "se está replanteando". Según manifestó, hay un equipo que desde hace meses trabaja en modificaciones al reglamento interno de la Policía.
La situación, en ese momento, podría cambiar. Mientras tanto, los homosexuales no pueden ser policías.