- • El festival Loveball comienza hoy con una previsión de 30.000 asistentes homosexuales
- • Vienen de medio mundo para acudir a fiestas y otros actos
Imagen de una de las fiestas del Loveball del año pasado. Foto: ARCHIVO / GUILLERMO MOLINER
PATRICIA CASTÁN
BARCELONA
La multicolor bandera gay ondeará esta semana con más fuerza que nunca en Barcelona. El festival Loveball vuelve hoy a la ciudad con la pretensión de movilizar a unos 30.000 asistentes entre homosexuales (mayoritariamente) y lesbianas. En esta ocasión, la organización ofrece toda una semana de fiestas y actividades lúdico culturales que han servido de reclamo a participantes de medio mundo.
El hotel gay por excelencia de Barcelona, el Axel, está lleno desde hace unos días y hoy será uno de los puntos de partida del festival, con un cóctel para los asistentes VIP. También el hotel oficial del encuentro, el Barceló Sants, ha cambiado estos días de color, mientras que otros muchos recién llegados que han preferido opciones más económicas han llenado hostales y pensiones especializados en este sector.
Tras el éxito del año pasado, con 20.000 asistentes en su primera edición en Barcelona, la organización ha optado por convertirlo en su única sede internacional. Para este año esperan ganar 10.000 participantes, ampliando la oferta de actividades y gracias a una promoción internacional que se ha llevado a cabo en otras citas homosexuales de Estados Unidos, Australia, Canadá y diversas capitales europeas. La tolerancia y la consolidación de zonas como el llamado Gayxample han convertido a Barcelona en una ciudad atractiva para este público que, según datos de la organización, gasta unos 150 euros diarios, un 35% más que el resto de turistas.
El programa del Loveball incorpora teatro, cine, música y otras actividades, aunque uno de sus vértices más visibles son las fiestas nocturnas, que empiezan hoy en Pacha y tienen una de sus citas más multitudinarias el próximo sábado, en el Poliesportiu Hospitalet Nord. Skylab Entertainement, a cargo de la organización, asegura que las entradas anticipadas para muchas de las celebraciones --que incluyen la participación de la cantante Grace Jones-- están prácticamente agotadas. Entre diversión, alejamiento y ocio, se calcula que el público del festival se dejará en la ciudad unos 15 millones de euros.
Fuentes de la promotora insisten en que la oferta va mucho más allá de la pura diversión, y destacan las cinco exposiciones de arte que comienzan hoy, una con obras del fotógrafo David Lachapelle.