"No dejamos de ser un país mediterráneo y machista"
Jaume Gil lleva siete años dirigiendo la Mostra Lambda, especializada
Naila Vázquez | Barcelona | 05/07/2007 | Actualizada a las 07:03h
La 'Mostra Internacional de Cinema Gai i Lesbià de Bacelona' es una buena ocasión para descubrir nuevas cinematografías y encontrar películas en las que chico conoce a chico o chica conoce a chica. Una Mostra "madura" según Jaume Gil, su director, que ofrece una retrospectiva de siete películas de Javier Bardem; un documental, Fabulous: Story of Queer Cinema, que cuenta con Gus Van Sant o Ang Lee; y propuestas innovadoras como un pase de videoclips.
Seguir leyendo noticia
Un fotograma de la película / 'Odete'
PALABRAS CLAVE
Mostra, Javier Bardem, Madrid, Europea, Venecia, Colin Farrell, Luis, Gil, Sandra
-¿Cuál es la necesidad de una muestra de cine gay?
-Tiene dos o tres fines principales. Inicialmente nació para mostrar otro tipo de cine hecho por personas homosexuales o en el que sus personajes son homosexuales y así llenar el vacío que hay de estos roles en el cine comercial. Pero como toda muestra de cine no tendría sentido si no intentara también dar a conocer nuevas cinematografías. Además, a través del cine se puede dar visibilidad al colectivo que escoge otra opción que no es la heterosexual. Si la gente se acerca, lo conoce, dejará de marginarlo o juzgarlo. Cuando se conoce, se acepta y se comprende.
-¿Cómo se consigue que la gente se acerque?
-Hay que buscar producciones que puedan gustar a todos. En la muestra siempre hemos intentado tener ganchos que sean atractivos, hemos proyectado filmes con Olivia Newton John, Colin Farrell... Nuestro punto de vista es que el cine, ante todo, es entretenimiento y si luego realiza una labor social, adelante, pero el cine se hace para ser visto.
-Esta edición cuenta con Javier Bardem como "gancho"...
- Sí. Dedicamos una retrospectiva a Bardem porque siempre ha ido alternando sus personajes sin encasillarse. Del gay de Las edades de Lulú de Bigas Luna pasó al macho ibérico de Huevos de oro, ha escogido papeles de homosexual pero rompiendo el estereotipo del amanerado y, al mismo tiempo, ha interpretado roles de duro o de macho. Es un buen ejemplo de lo que es hacer cine, le ha interesado crecer como actor, no sólo ha ido a lo comercial.
-En la muestra se podrán ver películas como Boy Culture, que está dentro de los circuitos comerciales. ¿Se puede decir que hay cierto boom, que lo gay se está volviendo comercial?
-Lo que ocurre es que la gente se da cuenta que el cine no es algo sectorial y que en el mundo homosexual hay una gran falta de referentes. Por ejemplo, hasta hace poco, para los adolescentes homosexuales en la televisión o el cine sólo existía el gay divertido y con pluma y muchos no se veían reflejados en ese modelo. El cine que desde la Mostra presentamos es más comercial que de autor, ya que aún estamos desarrollando la tarea de dar referentes.
-¿La búsqueda de referentes y la temática limitan la calidad de las películas?
-Intentamos buscar un equilibrio, por una parte ofrecer películas en las que la comunidad encuentre referentes pero, por otra, buscar películas que vayan más allá. La selección se ha hecho sobre 200 y pico metrajes, así que buscamos la función que aportan. Por ejemplo, Coffee Date, con la que inauguramos, es una comedia, es lúdica pero también lleva a reflexionar sobre clichés y a reírse de ellos. También hay propuestas más cinematográficas como Pour Une Nuit, una película francesa catalogada como sex art, la bosnia Go West, u Odete, cine de autor muy personal de un realizador portugués poco conocido pero premiado en Venecia como Joao Pedro Rodrigues.
-El lema de este año del día del Orgullo Gay ha sido la lucha contra la transfobia. ¿Tiene representación en la Mostra el colectivo transexual?
-Es difícil encontrar películas que traten el tema pero sí, está representado, por ejemplo en el documental Sandra o Luis. En esta edición no hay ningún largometraje. De todos modos no se trata de que si yo soy hombre sólo veo películas de hombres, ya que en un filme sobre mujeres también se habla de personas que viven su opción sexual en libertad y eso es de lo que se trata.
-En Madrid, que este año acogía en Europride la manifestación del Orgulo Gay a escala Europea, se pudieron ver muchas empresas que se volvían rosas para la ocasión. ¿Muchas marcas ven un sector con poder adquisitivo aún por explotar?
-Evidentemente, queramos o no todo acaba en el dinero ¡incluso el cine! Nadie hace películas sólo por activismo. En cualquier caso todo en su justa medida es loable, pero hay cosas que no pueden ser una moda o un negocio porque detrás hay personas que están sufriendo a causa de su sexualidad. A veces se trata de un sufrimiento gratuito, es decir, que es causado por una sociedad que pone etiquetas: raro, bueno, malo... De lo que sí me he dado cuenta es que, pese a los avances, no dejamos de ser un país mediterráneo y machista en el que la libertad y la tolerancia son muy de boquilla. Muchas empresas utilizan lo gay o lo lésbico como campaña de marketing pero su compromiso es nulo, ya que cuando les ofreces colaborar con un acontecimiento cultural como este, evidentemente, se niegan. Sólo hay que ver que nuestros patrocinadores todos son instituciones y las empresas privadas que colaboran están ligadas al sector.
-¿Por qué existe una muestra y un festival de cine gay y lésbico?
-La diferencia es que nosotros no tenemos sección competitiva y el festival sí. Hemos intentado juntarnos pero tenemos formas de trabajo distintas. Pese a ello, como compartimos un mismo fin, sí deberíamos ir de la mano. Realmente el Festival surgió hace siete años, cuando yo empecé a dirigir la Mostra. Nosotros trabajamos más el tema de los referentes y la visibilidad, y en el Festival está más encarado al cine de autor, así que intentamos que cada uno tenga una función distinta. Podríamos decir que el festival es más para el propio colectivo y la Mostra intenta que se puedan ir a ver las películas con la familia y con los amigos de toda la vida porque lo que verán será un tipo de cine que educa.
- En este mismo medio con motivo del la manifestación del 28 de Junio se publicó una imagen de una mujer transexual enseñando los pechos. Algunos lectores en los foros comentaron que escoger esa foto era una forma de dar mala imagen a todo el colectivo. ¿Cuál debe ser la imagen?
-No hay una mala imagen del colectivo, pero igual que hay una mujer transexual enseñando los pechos seguro que hay otras tantas vestidas de forma menos llamativa. El problema está en los medios de comunicación ya que, si sólo enseñan una cara de la moneda, si no muestran al abogado, al médico y se quedan sólo con el artista o el peluquero, la gente creerá que todo se reduce a eso.
-¿Los medios de comunicación deberían ser más sensibles?
-Les queda mucho por hacer, sí. Yo sé y entiendo que la persona que enseña los pechos vende más, pero hay que recordar que se trata también de informar y que, como decía antes, hay gente que aún sufre a causa de su sexualidad.