El viajero 'gay' gasta entre 130 y 150 euros diarios, más que el resto
A. MARS - Barcelona - 21/04/2007
En los sesenta fue San Francisco; en los setenta, Amsterdam, y hoy Barcelona se ha convertido en otra Meca para el turismo gay gracias a la proliferación de la oferta para este colectivo. Cada año llegan a la ciudad 150.000 viajeros homosexuales, según datos presentados ayer. Son sólo el 2,5% del total, pero gastan entre 130 y 150 euros diarios, 35 más que el resto porque, generalmente, son parejas sin hijos y mayor poder adquisitivo.
El turismo gay no es el turismo hecho por gays. Se trata de un tipo de destinos, locales y actividades destinadas a gays, lesbianas y transexuales. Barcelona cuenta con una buena oferta. El llamado Gayxample, el Eixample izquierdo barcelonés, cuenta con numerosos locales y actividades dirigidas a este colectivo, con el hotel Axel como máximo exponente.
Pero no sólo se trata de locales. "Hace unos años, dos hombres que se alojaban juntos en un hotel no se atrevían a pedir cama de matrimonio, pero hoy en Barcelona lo hacen tranquilamente, igual que pasear de la mano y darse muestras de afecto", explicó ayer Carlos Cires, consultor de turismo gay, en el marco del Salón Internacional de Turismo de Cataluña.
Por eso ha crecido el turismo gay, a su juicio. Para muestra, un botón: en julio partió del Puerto de Barcelona un crucero con más de un millar de mujeres lesbianas a bordo, el Olivia, y en septiembre lo hizo el Atlantis, con unos 2.000 pasajeros gays.
El tirón de este público ha llevado al Salón del Turismo a ponerse en contacto con la Coordinadora Gay-Lesbiana de Cataluña para incluir en la edición del salón de 2008 una área que agrupe propuestas turísticas y actividades de ocio específicos. "No es una oferta excluyente, busca la normalización", explicó el presidente de la Coordinadora, Jordi Petit. Está pensado para empresas comprometidas con la defensa de los derechos de los homosexuales.
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