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Clausurado un local de ambiente en Oviedo 22-01-2007

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    Clausurado un local de ambiente en Oviedo 22-01-2007

    http://www.asturiasopinion.com/article.php?id=785


    Hace algunos días mientras caminaba por la ciudad, pasé junto a un local muy conocido situado en la calle Martínez Vigil. El “Café-Bar G”, cafetería durante el día y pub durante la noche, es (o era) uno de los lugares más tranquilos de la ciudad donde poder pasar un rato agradable mientras tomabas una copa. He de decir que nunca lo he hecho, pero las opiniones que posteriormente a recibir la noticia me han sido dadas y el ambiente que podía apreciarse a su alrededor me son de suficiente peso como para poder afirmarlo.
    En la puerta puede leerse una nota de los dueños: “Debido a las constantes denuncias falsas de la comunidad de propietarios, y al no haber cedido a la extorsión que querían imponernos, nos vemos clausurados. Con la esperanza de que la justicia tome forma y la cordura se imponga, esperamos vernos prontamente abiertos disfrutando de vuestra grata presencia”. Junto a ella, una nota judicial que anuncia el estado de “Clausurado por orden de la autoridad” en el que actualmente se encuentra el local.
    Informándome sobre el por qué de esta situación, topé casi sin querer con el motivo que ha ocasionado este gran problema. El local se encuentra situado en las inmediaciones de un bar frecuentado por miembros de la Ultra Derecha, fanáticos de la opresión y la intolerancia como de todos es sabido. Durante los últimos meses fueron varios los ataques que por su parte fueron lanzados hacia este bar, el cual llegó a incendiarse en una ocasión provocando elevadísimos daños. Armados de cócteles molotov, piedras, y demás herramientas de destrozo, los inteligentes militantes de esa tendencia política tan incomprendida en nuestra sociedad se tomaron la justicia de Hitler por sus propias manos.
    Como es evidente y yo personalmente puedo comprender, los vecinos del inmueble debido a las constantes peleas y los frecuentes disturbios ocasionados por la conflictiva situación del local, denunciaron los hechos ante las autoridades. Las repetidas quejas ocasionaron inevitablemente su cierre temporal hasta que se tomen las medidas oportunas para frenar esta oleada de violencia.
    Sigo sin entender la existencia de grupos radicales de Ultra Derecha en nuestros días. Una ideología que murió con Adolf Hitler y Francisco Franco no debería tener cabida en una sociedad como la actual, en continuo progreso y constante evolución. Sin embargo son aún muchos los energúmenos carentes de principios morales, o con los suyos propios brutalmente enajenados, que rezan oraciones ideológicas ya obsoletas, atienden a discursos arcaicos y blanden la espada del terror como forma de imponer su ridícula autoridad basada en la opresión y la erradicación de los derechos fundamentales del ser humano.
    Un individuo que tome parte en esta sociedad debe gozar de una serie de derecho de los que nadie le puede despojar. El derecho a la vida, a la libertad de expresión, a la libertad sexual, etc, etc. Son derechos inherentes a la persona, al ser humano, al ser social que da forma al conjunto de una sociedad que intenta avanzar al unísono tratando de evitar el veneno vertido por determinados sectores como el que nos ocupa. Quizá el lugar en el que se encuentra el local no sea el más idóneo en tanto es conocida la existencia de otro de ideología fascista en un lugar cercano, pero, ¿se debe ceder ante las presiones de colectivos de estas características? No. Lamentablemente cuando hacemos frente nos llueven golpes, amenazas, u objetos incendiarios como en este caso. No podemos permitir que seres carentes de empatía, insociales, intolerantes y de cerebros marcados por el retraso social y el desorden cronológico guíen nuestras vidas.
    Por mi parte podéis estar seguros de que jamás cederé ante la opresión de un grupo de fanáticos, de retrasados mentales, que trate de imponerme su estúpida forma de concebir el mundo en el que vivimos utilizando la violencia. Sean nazis o no.
    Creo en la Democracia y en el Estado de Derecho como modelos a seguir para garantizar las libertades de los ciudadanos. Creo en la Constitución como documento indispensable para justificar y proteger esos derechos. Creo en el Derecho como fuente protectora de la sociedad, y como resultado de las decisiones tomadas por el Parlamento, el cual se encuentra a entera disposición de todos y cada uno de los habitantes de nuestro país. No creo en Dios, pero jamás dejaré de creer en la libertad.
    Roberto Azaña
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