BUCAREST, 11 Nov. (EP/AP)
Unos 200 activistas se manifestaron ayer en la capital rumana en protesta contra la discriminación de índole racista, sexual y contra los discapacitados y por el respeto a las minorías.
Mientras la Policía rumana tuvo que detener a 30 personas, presuntos radicales hinchas futboleros, cuando intentaron detener la marcha.
Los participantes, que procedían de las filas de grupos de Derechos Humanos, activistas por la independiencia y libertad informativas y anarquistas, portaron pancartas en nombre de la diversidad e igualdad. "Todos diferentes, todos iguales", rezaban.
Asimismo, conmemoraron a las víctimas del nazismo y, en este sentido, la marcha hizo una parada en el monumento eregido en nombre de las víctimas del Holocausto. "Rumanía necesita responsabilizarse de los crímenes cometidos hace 60 años. Eso no lo vemos en los libros de historia", aseguró uno de los organizadores de la manifestación, Razvan Martin.
El Gobierno pro nazi, dirigido por Marshal Ion Antonescu, fue responsable de las muertes de entre 280.000 y 380.000 judíos y más de 11.000 de etnia gitana y romaní. "Todvía existe una gran discriminación y marginalización contra romaníes y homosexuales en Rumanía", aseguró Martin.
Después de décadas de negacionismo sobre el rol del Gobierno rumano durante el Holocausto, el Ejecutivo rumano se hizo responsable en 2004 por los crímenes cometidos entonces y se comprometió a garantizar educación a todo ciudadano rumano.