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Entrevista con Rodolfo Parker, secretario general del PDC
“Estamos de acuerdo con la Unión civil”
Por Txema Santana
Desde hace unos meses, Rodolfo Parker inició una cruzada para hacer que se eleve a rango constitucional la definición de matrimonio.
El secretario general del PDC, junto con otros partidos políticos y un grupo de activistas conservadores, encabeza el proyecto de reforma constitucional que prohibiría los matrimonios entre personas del mismo sexo.
¿Cómo el anteproyecto de la OEA contra todo tipo de discriminación —incluida por orientación sexual— afectaría el estatus de los homosexuales en cuanto al matrimonio?
La postura del PDC ha sido impulsar la reforma pendiente a que se eleve a rango constitucional la definición de matrimonio como el enlace entre un hombre y una mujer, tanto para el matrimonio como para la adopción. Nuestro propósito es que no quede dentro de la definición de matrimonio la posibilidad de que puedan contraerlo dos personas del mismo sexo. Es de estricta moralidad y en ningún momento discrimina a las comunidades homosexuales. Perfectamente se podría validar ordenar, regular estipulaciones contractuales convencionales entre parejas del mismo sexo que quieran unirse, y eso denota nuestra no discriminación.
Compraventa es cuando uno vende y otra compra, permuta es cuando se hace un intercambio, y matrimonio es entre un hombre y una mujer.
¿Entonces sí que estaría de acuerdo con la unión civil?
No podemos hacer nada al respecto, no se le puede inhibir o prohibir a una persona que en el ejercicio de su libertad, siendo del mismo sexo de su pareja, decidan unirse y que decidan establecer regulaciones patrimoniales, por ejemplo. No hay nada que prohíba eso. Pueden hacerlo sin ningún problema, pero no se llama matrimonio. Al pan, pan; al vino, vino; compraventa no es permuta y matrimonio no es entre personas del mismo sexo. Es asunto de definiciones, (por tanto) que le pongan otro nombre.
¿Cree que la Constitución de El Salvador deja alguna puerta abierta a que personas del mismo sexo se puedan unir?
No lo creo, estoy convencido. La Constitución no lo prohíbe, y sobre la base de un tratado internacional, se puede pedir esa unión.
¿A qué tratado internacional se refiere?
Se trata del Código de Bustamante, que está vigente.
¿Y dos personas del mismo sexo, invocando el Código de Bustamante, podrían contraer matrimonio?
Se daría un caso interesante entonces. A eso me refería. Bustamante no dice que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Solo dice que el matrimonio es válido con tal de que se cumpla la formalidad del país extranjero. Si hubiese un país dentro del código en el que sea legal el matrimonio del mismo sexo, se casan ahí dos salvadoreños del mismo sexo y luego, invocando el código en El Salvador, podrían reclamar la legalidad de su situación en nuestro país.
La campaña del PDC coincide con la de Red Familia en buscar la prohibición de los matrimonios homosexuales. ¿Tienen alguna relación?
La campaña de ellos coincide con lo que venimos impulsando. Realmente no tenemos relación, pero nos alegramos muchísimo de que parte de la sociedad civil nos apoye en esta propuesta. Es cierto, partimos de que hay problemas sociales y económicos tremendos que nos afectan a todos, pero la base de esto es la índole moral. En el origen de estos problemas hay un hurto de valores fundamentales, y si lo comparamos con otros países de América Latina, el caso de El Salvador es especialmente grave.
“Estamos de acuerdo con la Unión civil”
Por Txema Santana
Desde hace unos meses, Rodolfo Parker inició una cruzada para hacer que se eleve a rango constitucional la definición de matrimonio.
"La Constitución no prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo. Deja una puerta abierta a que esto ocurra.”
La campaña de Red Familia coincide con la nuestra y nos alegramos de que parte de la sociedad civil nos apoye.”
No es lo mismo compraventa que permuta, y matrimonio, por definición, no puede ser entre personas del mismo sexo.”
La campaña de Red Familia coincide con la nuestra y nos alegramos de que parte de la sociedad civil nos apoye.”
No es lo mismo compraventa que permuta, y matrimonio, por definición, no puede ser entre personas del mismo sexo.”
El secretario general del PDC, junto con otros partidos políticos y un grupo de activistas conservadores, encabeza el proyecto de reforma constitucional que prohibiría los matrimonios entre personas del mismo sexo.
¿Cómo el anteproyecto de la OEA contra todo tipo de discriminación —incluida por orientación sexual— afectaría el estatus de los homosexuales en cuanto al matrimonio?
La postura del PDC ha sido impulsar la reforma pendiente a que se eleve a rango constitucional la definición de matrimonio como el enlace entre un hombre y una mujer, tanto para el matrimonio como para la adopción. Nuestro propósito es que no quede dentro de la definición de matrimonio la posibilidad de que puedan contraerlo dos personas del mismo sexo. Es de estricta moralidad y en ningún momento discrimina a las comunidades homosexuales. Perfectamente se podría validar ordenar, regular estipulaciones contractuales convencionales entre parejas del mismo sexo que quieran unirse, y eso denota nuestra no discriminación.
Compraventa es cuando uno vende y otra compra, permuta es cuando se hace un intercambio, y matrimonio es entre un hombre y una mujer.
¿Entonces sí que estaría de acuerdo con la unión civil?
No podemos hacer nada al respecto, no se le puede inhibir o prohibir a una persona que en el ejercicio de su libertad, siendo del mismo sexo de su pareja, decidan unirse y que decidan establecer regulaciones patrimoniales, por ejemplo. No hay nada que prohíba eso. Pueden hacerlo sin ningún problema, pero no se llama matrimonio. Al pan, pan; al vino, vino; compraventa no es permuta y matrimonio no es entre personas del mismo sexo. Es asunto de definiciones, (por tanto) que le pongan otro nombre.
¿Cree que la Constitución de El Salvador deja alguna puerta abierta a que personas del mismo sexo se puedan unir?
No lo creo, estoy convencido. La Constitución no lo prohíbe, y sobre la base de un tratado internacional, se puede pedir esa unión.
¿A qué tratado internacional se refiere?
Se trata del Código de Bustamante, que está vigente.
¿Y dos personas del mismo sexo, invocando el Código de Bustamante, podrían contraer matrimonio?
Se daría un caso interesante entonces. A eso me refería. Bustamante no dice que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Solo dice que el matrimonio es válido con tal de que se cumpla la formalidad del país extranjero. Si hubiese un país dentro del código en el que sea legal el matrimonio del mismo sexo, se casan ahí dos salvadoreños del mismo sexo y luego, invocando el código en El Salvador, podrían reclamar la legalidad de su situación en nuestro país.
La campaña del PDC coincide con la de Red Familia en buscar la prohibición de los matrimonios homosexuales. ¿Tienen alguna relación?
La campaña de ellos coincide con lo que venimos impulsando. Realmente no tenemos relación, pero nos alegramos muchísimo de que parte de la sociedad civil nos apoye en esta propuesta. Es cierto, partimos de que hay problemas sociales y económicos tremendos que nos afectan a todos, pero la base de esto es la índole moral. En el origen de estos problemas hay un hurto de valores fundamentales, y si lo comparamos con otros países de América Latina, el caso de El Salvador es especialmente grave.
