El viernes ofició en un restaurante la boda de dos vecinas del municipio
Voro Contreras, Valencia
Siguen saliendo a la luz cada vez más casos de municipios de la Comunitat Valenciana gobernados por el PP en los que sus alcaldes no han tenido ningún reparo en casar a parejas homosexuales. Así, desde que entró en vigor la ley en julio de 2005, los primeros ediles de Mislata, Alberic, Villalonga y Gilet componen la nómina de munícipes populares que, al menos que se sepa, han oficiado uniones entre homosexuales, mientras que su partido sigue sin encontrar una posición unitaria a la hora de cumplir la norma.
A esta lista hay que añadir al alcalde de Bétera, José Manuel Aloy, que gobierna este municipio en minoría y junto a Unión Valenciana. El pasado viernes 4 de agosto, Aloy ofició una boda entre dos mujeres vecinas de la localidad «que me lo habían pedido hace ya algún tiempo», y lo hizo en un bar propiedad de las contrayentes. Además, no era la primera vez que unía por lo civil a una pareja homosexual. Hace alrededor de mes y medio ofició la ceremonia nupcial entre dos hombres que, aunque no eran vecinos de Bétera, fueron allí a casarse. «Pidieron la fecha siguiendo el protocolo habitual y, por el turno que seguimos los miembros de la corporación, ese día me tocaba a mi oficiar la ceremonia. Así que lo hice sin ningún problema».
Y es que para Aloy, lo de casar a parejas homosexuales no tiene más misterio que hacer cumplir una ley que, por otra parte, cuenta con un recurso de inconstitucionalidad por parte de la dirección nacional del PP. «Desde mi forma de entender las cosas -explica el alcalde de Bétera- casarse es como firmar un contrato. En el caso de las bodas homosexuales, yo no me siento cualificado para decir si es correcto o no. Lo que sí que es verdad es que cada vecino tiene derecho a casarse en mi pueblo y desde 2005 que estos vecinos sean del mismo sexo no incumple la ley. Así que yo lo único que he hecho ha sido cumplir la ley».
A parte están, para Aloy, las creencias de cada uno -de las que también hizo uso el pasado martes el portavoz del PP en las Corts, Serafín Castellano al decir que «la persona está por delante» en cuestión de sentimientos religiosos y libertad- no están reñidas . «Yo tengo mis propias creencias y mi forma de pensar. Pero en este caso no he hecho más de lo que me obligaba la ley», subrayó Aloy.
Segundo desafío
Se da el caso que, en unos pocos días, el alcalde de Bétera ha «desafiado» dos veces la «doctrina oficial» de su partido. Si el pasado viernes casaba a una pareja de lesbianas, el martes apoyaba en pleno, junto al resto de ediles del PP, una declaración institucional de EU-Entesa reclamando a la Generalitat que modernizase «la línea 1 del Metro hasta dejarla a los niveles de seguridad y confort de la mejor de las líneas en servicio; que no funcione ningún tren ni vía con las condiciones de inseguridad que concurrieron en el accidente y que se prioricen los recursos para mejorar la líneas actuales sobre la ampliación de líneas».