Hace cinco años, el Parlamento alemán legalizaba los matrimonios de personas del mismo sexo. Ciertos sectores, pese a aceptar el progreso logrado, critican ahora la aplicación de la ley.
Hace cinco años, la coalición gubernamental de socialdemócratas y verdes legalizaba las uniones entre personas del mismo sexo. Tras su entrada en vigor el 1 de agosto de 2001, y según las estimaciones la Unión de Gays y Lesbianas (LSVD), entre 16.000 y 19.000 parejas se han casado y reglamentado así su situación legal.
Voces discrepantes
A pesar de aceptar el innegable progreso en el reconocimiento de los derechos de homosexuales y lesbianas, existen voces críticas sobre la ley. Es el caso de Volker Beck, parlamentario de los verdes en el Parlamento alemán, quien considera "un escándalo" que la actual coalición gobernante, formada por democristianos y socialdemócratas, esté bloqueando la aplicación de la ley. Beck exige que la ley del matrimonio entre homosexuales garantice la igualdad en áreas como los impuestos, la jubilación de los funcionarios o la adopción. La ley actual recoge, a grandes rasgos, los derechos a registrar un nombre familiar común y a una renta de viudez, así como las obligaciones de llevar una vida y una administración familiar conjuntas, de un mantenimiento económico mutuo y del cumplimiento conjunto de las obligaciones matrimoniales (exceptuando las relacionadas con los impuestos sobre la herencia).
La Unión de Gays y Lesbianas también discrepa sobre la aplicación de la ley. Su portavoz, Manfred Bruns, acusa a la coalición gobernante de practicar una "política de bloqueo" sobre la ley de matrimonios homosexuales: "Esta ley ha igualado a los gays y a las lesbianas en obligaciones, pero no en derechos". La LSVD pide, entre otras medidas, que la ley recoja también los derechos de los matrimonios homosexuales al subsidio básico de desempleo, a una jubilación equivalente a la de los miembros del matrimonio tradicional, a las mismas condiciones legales en caso de divorcio y a la adopción.
Fuente:http://www.dw-world.de/dw/article/0,2144,2116409_page_1,00.html