El primado de la Iglesia Anglicana y arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, pidió al sector más ultraconservador de esa confesión que deje de difamar a los homosexuales, en una carta publicada en The Sunday Times.
En la misiva, de tres páginas y dirigida a 37 líderes anglicanos de todo el mundo, Williams advierte que los abusos verbales contra la comunidad homosexual son peligrosos y pueden conducir a suicidios y a asesinatos.
“Cualquier afirmación que facilite a alguien el atacar o abusar de una persona homosexual, son palabras de las que debemos arrepentirnos”, afirmó el arzobispo. La carta del arzobispo coincide con una profunda división en el seno de la Iglesia de Inglaterra sobre la ordenación de obispos “gay”. Desde su nombramiento como arzobispo de Canterbury en 2003, Williams manifestó una postura liberal frente a las opiniones radicales de los ultraconservadores anglicanos. Williams llegó a apoyar el ordenamiento del reverendo homosexual británico Jeffrey John como obispo de la diócesis de Reading (al oeste de Londres). Algunos líderes anglicanos han llegado a condenar la homosexualidad como algo prohibido por la Biblia, como el arzobispo de Nigeria, Peter Akinola, quien ha tildado esa condición de “una aberración desconocida, incluso en las relaciones animales”.