Fiesta Tanga organizada la pasada Eurovisión.
El pasado viernes, el Teatro Barceló de Madrid acogió un acto para las juventudes del partido político de ultraderecha Vox. Este domingo, dos días después de ese evento, estaba prevista, como cada primer domingo de mes desde hace tres años, la Tanga Party, una de las fiestas LGTBI más populares de Madrid. Pero este domingo no hubo Tanga Party: a primera hora de la tarde, la organización decidió cancelar el evento y comunicarlo en una nota que transmitió por sus redes sociales. Consideraba que los valores de la cita política del viernes chocaban de frente con la filosofía de la fiesta, "que celebra la diversidad". Durante 33 años, de 1980 a 2013, la sala Barceló acogió a la discoteca Pachá, frecuentada por el denominado “pijerío madrileño”, por lo que para las juventudes de Vox, el local contaba con una simbología especial.
"Para nosotros todo no vale, no todo es dinero", explica por teléfono David Marcos, director creativo y cofundador de Locamente, compañía especializada en eventos y marketing dirigido al público LGTBI así como a personas tolerantes y organizadora de la fiesta. "No nos gustó la idea del mitin desde el principio, aunque entendemos que la sala es libre de acoger cualquier tipo de evento", continua Marcos. Antes de la cancelación, Locamente solicitó a los responsables de la sala el compromiso de no acoger ese tipo de eventos en adelante. También propuso a sus seguidores, un día antes a través de las redes sociales, acudir con banderas arcoíris, a modo de protesta. Muchos criticaron esta iniciativa y pidieron la cancelación del evento. El domingo, sin embargo, tras no recibir respuesta de los dueños de la sala, optaron por suspender la fiesta que solamente se celebrará en la sala But, en los bajos de la sala Barceló. Desde enero, Tanga se celebraba conjuntamente en ambos espacios.
La cancelación tendrá un coste para Locamente, pues, aseguran, perderán más de la mitad de los ingresos de este evento cuya entrada es gratuita hasta las 20.30, 12 euros hasta las 00.00 y 15 euros hasta el cierre, a las 6. "No ha sido una decisión empresarial, sino una decisión responsable con la sociedad y con el colectivo LGTBI en un momento social en el que debemos estar a la altura porque si no, nos comen", añade Marcos.
Mientras la sala Barceló cuenta con un aforo de 1.200 personas, But solo puede acoger a 1.000, lo que supone una pérdida de más de la mitad de la capacidad. La rotación de público es de 4.000 a 4.500 asistentes a lo largo de las doce horas que dura el evento. Esa pérdida de aforo no ha decepcionado a los asistentes habituales. De hecho, muchos de ellos han mostrado su apoyo por la decisión en sus redes sociales. "Nos han transmitido que nos apoyan y que no les va a importar hacer más cola o quedarse fuera", cuenta Marcos desde la sala que, a las 19.00, estaba a punto de anunciar aforo completo de esta edición cuya temática gira en torno a la cantante pop e icono gay Katy Perry.
El futuro emplazamiento de la fiesta por ahora es incierto. El próximo 17 de marzo celebrarán, como estaba previsto, su tercer aniversario en La Riviera. "Vamos a buscar otra sala que sea compatible con nuestros valores", anuncia David Marcos, quien añade que no descartan volver a Barceló "si los responsables deciden ofrecer una explicación y rectificar".
Fuente: https://elpais.com/ccaa/2019/03/03/madrid/1551641231_730714.html?fbclid=IwAR05ULPLmL08ljaKbt 6goAD6CQQZWkUzMcvTyISim3onEsMOdikBldsNQXM