El alcalde responde al obispo Quinteiro: "Yo soy creyente, pero hice lo lógico y lo razonable"
XOSÉ HERMIDA - Santiago
EL PAÍS - Sociedad - 11-04-2006
La Iglesia católica no ha tardado en mostrar su irritación con los dirigentes del PP gallego que el sábado apoyaron la primera boda homosexual de un cargo público de ese partido en España, el concejal ourensano José Araújo. El obispo de Ourense, Luis Quinteiro, clamó contra la repercusión pública de una ceremonia que ha "conmocionado" y "entristecido" a los católicos, y advirtió a los dirigentes políticos que se declaran cristianos de su obligación de "no asumir propuestas" que contradigan la doctrina de la Iglesia. "Lo contrario sería, entre otras consecuencias, causa de grave escándalo", avisó el prelado. El matrimonio fue oficiado por el alcalde de Ourense, Manuel Cabezas, también del PP, quien, pese a declararse creyente y conocer la reacción del obispo, declaró ayer a este periódico: "Soy creyente, pero he hecho lo lógico y lo razonable".
Cabezas es el primer alcalde del PP en España que casa a dos personas del mismo sexo. Entre los 350 invitados a la boda que se celebró el pasado sábado en el Ayuntamiento de Ourense estaban el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo y el líder del partido en la provincia, José Luis Baltar, así como numerosos cargos públicos, entre ellos diputados nacionales y autonómicos. Araújo, concejal desde 1999 y responsable de Cultura en el gobierno municipal, quiso dar a su matrimonio repercusión pública y también invitó a los periodistas locales y al presidente de la Asociación Nacional de Gays y Lesbianas, Rafael Serrano.
Al día siguiente, el obispo ya dejó constancia de su malestar durante la homilía que pronunció al mediodía en la misa solemne del Domingo de Ramos, según relataron asistentes a la ceremonia. No hubo más reacción del obispado hasta que, sobre las 22.00, envió a algunos medios locales un comunicado para reconvenir a los dirigentes del PP por su participación activa en la ceremonia. En la nota, Quinteiro censuró que la presencia en la boda de "significados representantes políticos" haya "dado amplia publicidad y convertido la noticia en un acontecimiento con previsibles repercusiones sociales". "El hecho ha conmocionado a una gran parte de la sociedad, en especial a la ciudad de Ourense, y nos ha entristecido a los católicos", afirmó.
El obispo justificó sus admoniciones como un modo de "evitar la confusión y el desconcierto entre los fieles e iluminar a los políticos católicos que desean vivir íntegramente su fe en el ejercicio de sus funciones". "Reivindicar la condición de católicos en el orden político y social implica no admitir propuestas que contradigan expresamente la enseñanza evangélica, custodiada y transmitida por la Iglesia", sostuvo Quinteiro. "Lo contrario sería, entre otras consecuencias, causa de grave escándalo". El obispo invocó la instrucción pastoral Teología y secularización en España, aprobada por la Conferencia Episcopal el pasado 30 de marzo, en la que se denuncia la "exasperación pansexual" imperante en la sociedad española.
El prelado habló el domingo por teléfono con el alcalde, según reveló éste ayer sin entrar en detalles. "Siempre hemos tenido una muy buena relación y entiendo sus opiniones", declaró a Cabezas a este diario. "Yo soy creyente, pero no debe extrañar que en estos asuntos haya diferentes sensibilidades. A mí me pidió que lo casara un compañero y amigo desde hace muchísimos años. E hice lo que tenía que hacer".
El alcalde también es senador y, como tal, no tuvo inconveniente en recordar que él mismo votó en la Cámara Alta en contra de la ley que regulaba los matrimonios homosexuales, como había acordado la dirección del PP. "Lo hice porque soy absolutamente disciplinado con mi partido y porque sólo se estaba discutiendo si era aplicable el concepto matrimonio", apuntó Cabezas. "Pero también soy absolutamente respetuoso con el Código Civil y con la inclinación sexual de las personas. Yo ya sabía cuál era la de Pepe Araújo cuando fue conmigo en las listas electorales". El alcalde afirmó incluso que él mismo animó a Araújo a hacer pública su tendencia sexual. El edil lo reveló en la campaña a las autonómicas gallegas.
La postura de Cabezas tuvo el respaldo tácito de la dirección del partido en Galicia, enfatizado con la presencia de Núñez Feijoo en la boda. La dirección nacional del PP declinó ayer cualquier comentario, mientras Núñez Feijoo le negaba trascendencia política. "Se trata de un asunto privado, no político", afirmó el presidente del PP gallego, quien ayer repitió la explicación que ya había ofrecido el día de la boda: "Simplemente estuve junto a un amigo y compañero de partido que regularizó su situación". Feijoo no quiso replicar al obispo de Ourense y manifestó que "hay que respetar" tanto a la Iglesia como a los homosexuales.