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Monseñor Quinteiro Fiuza afirma que el eco que ha tenido el enlace ha "entristecido a los católicos de Ourense".
X.M. del Caño / Ourense
El obispo de la diócesis Ourense, Luis Quinteiro Fiuza, muestra su disgusto por el eco social que ha tenido a través de los medios de comunicación "la boda homosexual de un concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de esta ciudad, acompañado por significados representantes políticos, dando amplia publicidad y convirtiendo la noticia en un acontecimiento con previsibles consecuencias sociales". Y señala: "El hecho ha conmocionado a una gran parte de la sociedad, en especial a la ciudad de Ourense, y nos ha entristecido a los católicos".
Monseñor Luis Quinteiro Fiuza afirma que "con el fin de evitar la confusión y el desconcierto entre los fieles e iluminar a los políticos que deseen vivir íntegramente su fe en el ejercicio de sus funciones, me siendo obligado a recordar la enseñanza de la Iglesia a este propósito, recientemente reafirmada por la Conferencia Episcopal Española en la Instrucción Pastoral `Teología y secularización en España´ . Reivindicar la condición de cristianos actuando en el orden político y social conlleva no asumir propuestas que contradicen expresamente la enseñanza evangélica, custodiada y transmitida por la Iglesia. Lo contrario sería, entre otras consecuencias, causa de grave escándalo". El obispo ya se había pronunciado en parecidos términos cuando se aprobó la ley
Monseñor Luis Quinteiro Fiuza afirma que "con el fin de evitar la confusión y el desconcierto entre los fieles e iluminar a los políticos que deseen vivir íntegramente su fe en el ejercicio de sus funciones, me siendo obligado a recordar la enseñanza de la Iglesia a este propósito, recientemente reafirmada por la Conferencia Episcopal Española en la Instrucción Pastoral `Teología y secularización en España´ . Reivindicar la condición de cristianos actuando en el orden político y social conlleva no asumir propuestas que contradicen expresamente la enseñanza evangélica, custodiada y transmitida por la Iglesia. Lo contrario sería, entre otras consecuencias, causa de grave escándalo". El obispo ya se había pronunciado en parecidos términos cuando se aprobó la ley
