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"Dale una patada al armario"

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  • "Dale una patada al armario"

    http://www.lavanguardia.es/web/20060324/51238996461.html

    BEATRIZ GIMENO, PRESIDE LA FEDERACIÓN ESTATAL DE LESBIANAS Y GAYS

    "Dale una patada al armario"

    Tengo 43 años, nací y vivo en Madrid. Soy filóloga. Me casé con una mujer cuando ya tenía un hijo de 18 años. Me considero feminista, de izquierdas y atea. Me preocupa la dificultad para introducir el respeto por las opciones sexuales en el ámbito escolar. Hay resistencias enormes y miedos. El deseo es dúctil, puedes cambiar
    NÚRIA ESCUR - 24/03/2006

    - ¿Qué le dijo su hijo el día en que se legalizaron las bodas gays?

    - "¿Cuándo os casáis?".

    - ¿Le ha pasado el miedo?

    - Pues, mire..., no. El otro día asistí a un acto político, me sentaron entre el embajador del Vaticano y el de Yemen. El primero ya ni me saludó, y al segundo le dije azorada que era de una asociación, sin más.

    - ¿Dónde están las lesbianas?

    - A su alrededor, más de las que imagina. Muchas tienen un miedo cerval a decirlo: a una mujer siempre le pasa más factura la sociedad. Yesa situación me irrita precisamente ahora porque, en este país, lo gay ha ganado el terreno merecido.

    - ¿Habrá misoginia en la cultura gay?

    - Mucha. Excepto en los activistas con los que compartimos objetivos estratégicos. A todo el mundo le parece maravilloso que Oscar Wilde fuera gay. En cambio, Virginia Wolf..., bueno, ésa era "excéntrica".

    - ¿Alguna sugerencia?

    - Políticos, actores y escritores dicen, orgullosos, que son gays. Para ellos es un plus. Yo invito desde aquí al montón de políticas, actrices, escritoras... que nos consta que son lesbianas y siguen calladas.

    - Lance un mensaje, a ver si cuela.

    - Dale una patada al armario. ¿Será que lo nuestro no tiene glamour?

    - Bueno, el lesbian chic existe.

    - Ese movimiento surgió en EE. UU., creo yo que para hacer asumibles las lesbianas. Una mujer sexy, despolitizada, que no puede asustar a ningún hombre y que incluso genera en ellos una enorme atractivo.

    - ¿Qué es una butch?

    - La lesbiana de estética más dura, varonil. También yo, al principio, me quité los pendientes y me puse camisas de hombre. Era un código sutil para que las mías me reconocieran, nunca para parecer un hombre.

    - ¿Ya se lleva menos el lesbianismo como respuesta a un modelo social patriarcal?

    - ¡Ya no se lleva nada! En mi época, sí. Hoy las jóvenes no tienen ni idea de lucha política, hasta la palabra asamblea les extraña. Pero hoy pueden casarse gracias a muchas activistas que quedaron en el camino.

    - ¿No le parece que considerar al hombre un enemigo es un error?

    - Es que no se trata de aparcarlo ni odiarlo. Muchos hombres se han esforzado por entendernos, se lo están currando. El hombre tiene que concienciarse de que la igualdad es algo que también le compete a él.

    - Hay decenas de posibilidades sexuales.

    - Es muy corriente el caso de mujeres de mediana edad que tras varias relaciones con hombres descubren su faceta lesbiana. Y se preocupan: "Bueno, ¿pues yo qué soy?". Fácil: tú eres lo que te pide el cuerpo.

    - ¿Quiere que se den una oportunidad?

    - Claro. Sigue siendo difícil para una mujer convivir con un hombre. Yo siempre digo que no sé si me volveré a enamorar de un hombre, da igual..., pero desde luego no voy a vivir con ninguno.

    - ¿Tiene amigos hombres?

    - Por supuesto. Claro que los escojo bien, no voy a buscarme machistas irredentos.

    - Explíqueles lo que era un dildo.

    - Un pene artificial que utilizaban las mujeres antiguamente. Lo recubrían de aceite de oliva. Ellos no imaginaban que podía existir el sexo más allá de su penetración.

    - Muchos siguen sin imaginarlo.

    - ¡Fíjese si hemos adelantado poco! En la edad media fantasearon tanto que creían que las lesbianas tenían enormes clítoris con los que penetraban a su pareja.

    - ¿Aún les preguntan "cómo lo hacen"?

    - El otro día, en la universidad. No se dan cuenta de que el sexo, afortunadamente, siempre ha sido un poquito más variado de lo que nos ha hecho creer la versión oficial.

    - ¿Y cuando topan con la Iglesia?

    - Conozco una comunidad de monjas canadienses que acepta lesbianas. Y creyentes que luchan diariamente contra su jerarquía. Lo único que el silencio consigue es perpetuar la sociedad que no nos gusta. El día que pateemos el miedo saldrán hasta diputadas.

    - Hay quien sigue viéndolo patológico.

    - ¡Vuelve un rebrote desde EE. UU.! Médicos que insisten: "Puede curarse". El determinismo biológico es reaccionario, pero todo el mundo se lo traga. Se han inventado el gen del consumo y el de las mujeres que prefieren estar en casa a trabajar fuera..., fíjese, qué casualidad de genes encuentran. No han encontrado el de la revolución o la utopía.

    - ¿Cuál es el error de los queer?

    - Hablar mucho de posturas sexuales y olvidarse de que el sexo también es un hermoso espejo de las relaciones de poder.

    - El gay parece más promiscuo.

    - Como hombre, es más promiscuo.

    - ¿Ha sido usted más feliz sexualmente con mujeres que con hombres?

    - Definitivamente, sí. Y conozco muchas mujeres heterosexuales que siguen quejándose de que ellos acaban en cinco minutos...

    - ¿Es difícil reconocerlo públicamente?

    - Más difícil era mi vida convencional.

    - Explíqueme una situación incómoda.

    - Yo soy muy tímida, me cuesta horrores enfrentarme cada minuto a lo de siempre: tu interlocutor cambia de cara, pone gesto de sorpresa... En una ocasión, un ginecólogo, al saber mi condición de lesbiana, no quiso seguir examinándome. Como si yo fuera un ejemplar exótico.

    - ¿Qué es lo primero que dice una madre cuando su hija le confiesa su lesbianismo?

    - "Ya lo sabía".

    - Entonces...

    - Atrévanse. Nunca es tan malo como parece. Todavía no se ha dado ningún caso de muerte fulminante por recibir esa noticia.

    Trimegisto
Trabajando...
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