El director canario, Roberto Pérez Toledo, ha fallecido a los 43 años dejando una larga lista de cortometrajes LGTB+ en todo el mundo
El director, guionista y productor canario Roberto Pérez Toledo ha fallecido el 31 de enero de 2022 a los 43 años en Madrid como consecuencia de un ictus que habría sufrido la semana pasada. Así anunciaba esta noticia el pasado lunes la Academia de Cine en su cuenta de Twitter.
Precisamente el día de su fallecimiento, el cineasta tenía una reunión con la Academia de Cine Español para exhibir algunos de sus cortometrajes como Vuelco, Admirador Secreto o Siempre que lo cuento, entre otros muchos. La pérdida de este director de cine ha coincidido también con la representación de su primera obra de teatro, Manual básico de lengua de signos para romper corazones, la cual seguirá en cartel y podrá verse hasta el 13 de febrero.
Por obras como esta, Roberto Pérez Toledo ha dejado un legado increíble en el cine español gracias a su reivindicativa lucha por la visibilidad de la comunidad LGTB+ en la gran pantalla. Esta lucha la mostró innumerables veces a través de sus numerosos cortos, muchos de los cuales eran rechazados por las propias producciones.
Sus películas se han convertido en figuras claves para el cine LGTB+ español ya que gracias a ellas se dignificó el ámbito de esta comunidad a través de la normalización y visibilidad de la misma con un toque fresco y con espontaneidad tal y como él aseguraba.
e este modo, a lo largo de su trayectoria profesional siempre quiso relacionar el cine con el colectivo LGTB+ y reflejar los problemas del día a día de las personas que lo compone a través de entretenidas historias en las que abundaba la comedia.
Roberto Pérez Toledo, la voz de una generación
Intentando siempre llevar a cabo un cine basado en la inclusión y la diversidad de personajes, el guionista, nacido en Lanzarote, tuvo una difícil infancia ya que a los tres años de nacer le diagnosticaron atrofia espinal congénita. Algo que después se agravaría al cumplir los 14 años, pues a partir de entonces su enfermedad le obligó a utilizar una silla de ruedas.
No obstante, eso no le impidió que acabara estudiando Comunicación Audiovisual en la Universidad de Salamanca. Tras acabar la carrera, su esfuerzo y dedicación en el cine hizo que consiguiera rodar tres largometrajes, dos propio y un conjunto, además de 40 cortos.
Entre sus trabajos, uno de los más populares es Como la espuma, una película de 2017 que muestra un «viaje a través de la experimentación sexual». Con estas palabras definía su proyecto ante los festivales en los que participaba como LGBT+ Film Festival de Miami o el D’A Film Festival Barcelona. A través de este tipo de piezas, el director mostraba temas como la homosexualidad pero desde una perspectiva de normalidad, sin que fuera algo relevante y primordial en la trama.
Junto a esta, también destaca su obra Antes de la erupción, donde empleaba la metáfora de la erupción de un volcán para ilustrar la salida del armario de una persona trans ante sus amigos.
Por tratar temas como estos en sus trabajos, Roberto Pérez Toledo aportó grandes avances en cuanto al cine social, dejando tras su fallecimiento un legado histórico con el que se le da visibilidad al colectivo LGTB+, a través de su inigualable creatividad y sensibilidad. Así pues, gracias a su dedicación y extensa trayectoria pudo ofrecer un retrato de las primeras generaciones LGTB+ en España.
Fuente:https://www.togayther.es/noticias/ci...-lgtb-espanol/