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Travolta siempre lo ha negado incluso ante las mayores evidencias, como las fotos que público el “Enquirer” recientemente en las que se le veía besándose en la boca con un hombre.
Ha sido tal la vehemencia con la que ha negado su presunta homosexualidad que ha llegado a casarse con Kelly Preston, de quien se rumorea tiene una pareja oficiosa desde hace años y mantiene la oficial por un tema meramente contractual.
Rumorologia aparte estos son los hechos, cuya credibilidad dependerá del medio y las fuentes. Y sólo el tiempo confirmará o desmentira la noticia.
La revista LA Rag difundió ayer que Jonh Travolta fue visto saliendo del “Century Spa” de Koreatown, conocida sauna gay angelina. Según la publicación, Travolta visita con frecuencia este lugar.
Es más, en el artículo, las dos chivatas presenciales cuentan con pelos y señales toda la peripecia del actor en la sauna.
Ni Travolta ni su publicista han salido a confirmar o desmentir la noticia. De todas formas lo de la homosexualidad de Travolta es más viejo que la rueda. Desde que se embutiera en el traje blanco de solapa ancha y cuello almidonado de Tony Manero y bailara al ritmo del imposible falsete de los BeeGees, se ha especulado con su orientación sexual.
Todos conocemos a alguien que nos ha dicho, que un amigo de un ex, le vio en una sauna de París; aunque por conocer algunos conocen hasta al Papa. Luego está la historia de la presunta y milagrosa curación de su homosexualidad gracias a la cienciologia.
Vamos, que lo que le cobija no es un armario, es un bunker blindado rodeado de alambre de espino. Eso si, con alguna grieta indiscreta en el hormigón pareces ser.
Este es el mes de los armarios de cristal, primero Jodie, Queen Latifah y Condoleezza, luego Ricky Martin y ahora Travolta. ¿Alguien más?