84-7290-329-X - 160 pp - 12 €
La masculinidad es como una cebolla: no hay nada debajo y hace llorar. Pese a que ejercer de macho mata, la masculinidad es frágil porque implica un estatus adquirido que puede perderse con facilidad. Por eso los hombres arriesgan tanto para probar todo el tiempo que son hombres de verdad. Ningún hombre quiere ser degradado al estatus de marica, ni a sus equivalentes estructurales: calzonazos, cobardes, o nenazas. De este modo, los hombres asumen normas de género que les violentan y parecen incapaces de cuestionarlas. Y es que pese a ser socialmente invisibles, los hombres sufren discriminaciones y violencias de género. Este libro cierra la triología iniciada con La sociedad rosa a la que sigue La crisis de la heterosexualidad, y analiza cuatro formas ideales de masculinidad: la de héroes, científicos, heterosexuales y gays.
Oscar Guasch, profesor de Sociología del Género y de la Sexualidad en la Universidad de Barcelona ejerce de cronista crítico de su época y de su grupo de pares.
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