Enviado Flick el 19 Octubre 2009
Ayer domingo el diario Público presentaba un interesante reportaje sobre la censura cinematográfica durante la dictadura franquista en el que se revelaban algunos de sus aspectos más truculentos. Uno de ellos nos ha sorprendido especialmente: al parecer, el personaje de Tarzán llegó a ser considerado sospechoso de promover la homosexualidad para alguno de los censores.
“La admiración física hacia el arquetipo masculino puede dañar psíquicamente a los adolescentes poco diferenciados, acentuando su complejo de timidez o de angustia sexual, desviando peligrosamente su atención de la sexualidad femenina”, escribió un censor sobre “La gran aventura de Tarzán” película de 1959 en la cual el encargado de dar vida al héroe fue el actor Gordon Scott, cuyo aspecto claramente más musculado que el del más clásico Johnny Weissmüller debió inquietar su subconsciente más de lo debido…
Desconocemos si el hecho de que en esta película, según refiere Wikipedia, no apareciera el personaje de Jane, de que Chita no tuviera un papel relevante en la trama o de que Tarzán hubiera ganado en elocuencia verbal y modales pudo influir además en la consideración del censor.