Por Universo Gay
Lo tiene todo para no pasar inadvertido. De afortunada conjura genética tiene ese cierto aire pícaro que en realidad esconde a un tipo comprometido y social. Gran conversador y con buen oído, extrovertido y tímido, tolerante y divertido… Cuando una se sienta frente a Adriá Collado, entiende la razón por la que cuenta con tantos Clubes de fans. Estudió antropología y trabajó como modelo; algún periodista se lo recuerda pero él asegura no sentirse guapo, que "eso, George Clooney”, será que en su casa no tiene espejos. La cita con Adriá es en una mañana en la que concede más de veinte entrevistas, y en cada una regala sonrisas y habla con el mismo entusiasmo de la película; es lo que tiene estar de promoción. A sus 35 años está en uno de sus mejores momentos y se le nota. Acaba de estrenar Km 31, un filme de terror mexicano con el que disfruta viendo a los demás pasar miedo.
-En el filme ¿Entiendes? interpretaste a un futbolista gay. Hay una pregunta absurda que es la de preguntar a un hetero si le ha sido difícil interpretar a un gay y a un actor homosexual no se le cuestiona. Así que no te la hago porque imagino que hay actuaciones más difíciles que esas.
Claro, es que tendría que haber un momento en que interpretar a un personaje gay no fuera la característica principal de ese personaje. Es decir, a quién cojones le importa con quién te acuestas. A mí me sorprendía que cuando hacía Aquí no hay quien viva, algunos me preguntaban: “¿y hacer de abogado, qué tal?”, ¡aivá! Porque claro, siempre oía la pregunta de hacer de homosexual. Ha llegado un punto en que ya tendríamos que verlo desde la normalidad; cada uno debe saber él mismo con quién se acuesta, a nadie más le tiene que importar. ¡Si ya hasta se casan! aunque Rajoy diga que no van a poder adoptar.
- Aquí no hay quien viva se puede decir que ha sido un bien educacional. Trataba el tema de las bodas gays, incluso, las adopciones.
Yo sentía especial satisfacción cuando los niños me decían por la calle “¡ey Fernando!” No daban importancia a ese hecho. Veían a una pareja que se quería, con sus disputas y tal, en clave de comedia evidentemente, pero no pasaba nada. En ese sentido es muy bonito y normal. Digo muchas veces la palabra “normal”, pero no tiene ningún sentido (risas).
- Y en La que se avecina, eres un galán de telenovelas, heterosexual y todo un ligón.Lo de ser actor de telenovelas, además, te lo han llegado a proponer en México.
Me llamaron después de hacer la peli pero ahí se curra muchísimo y no me apetecía en ese momento porque tenía cosas aquí.
- ¿Y lo de ser empresario con el restaurante japonés Osakana que tienes con tu hermana en Barcelona?
Bien, pero es que es un restaurante familiar, chiquitito y lo lleva ella prácticamente. Me apetecía hacer otra cosa con el dinerito ahorrado porque como este trabajo es así vete a saber si dura o no… a veces no se sabe.
- ¿Qué pregunta te gustaría que te hiciera y nunca nadie te ha hecho?
Es muy buena pero qué difícil (risas). Para que haya otra vez, me la voy a pensar y te la contesto cuando nos volvamos a ver.
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