Fuente: lavozdegalicia.es
(Agencias )
A sus 32 años, Alejandro Amenábar realizó el sueño de casi todo cineasta y culminó una temporada redonda, coronada con el Oscar a la mejor película en lengua extranjera para su película Mar adentro.
Talento polifacético que dirige, escribe guiones, compone bandas sonoras y en Mar adentro además asume el montaje, el joven cineasta es definido por muchos de quienes han colaborado con él como un ejemplo de perfeccionismo.
Alejandro Amenábar Cantos nació en Santiago de Chile el 31 de marzo de 1972, hijo de chileno y española, y mantiene ambas nacionalidades. Su infancia transcurrió en la capital chilena hasta que emigró a Madrid, pocos días antes del golpe de Estado que otro 11 de septiembre, en 1973, derrocó al presidente Salvador Allende.
En la capital española, tras estudiar interno en los Escolapios de Getafe -localidad cercana a Madrid-, fue alumno de Imagen y Sonido en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, carrera que, paradójicamente, no llegó a finalizar, al introducirse de lleno en el mundo cinematográfico.
En 1991, con 19 años, presentó su primer corto, La cabeza, que obtuvo el primer premio de la Asociación Independiente de Cineastas Amateur (AICA).
Su siguiente realización, en 1992, fue el mediometraje en vídeo Himenóptero, en el que actúa el propio Amenábar en el papel de un inquietante camarógrafo y que fue premiado en los festivales de Elche (Alicante) y el barrio madrileño de Carabanchel.
Sin embargo, el cortometraje que marcó su vida sería Luna, en 1994, también galardonado, esta vez con el premio Luis García Berlanga al mejor guión y el premio de la AICA a la mejor banda sonora. Ese corto fue la llave que le abrió de par en par las puertas de la gran pantalla al cineasta, después de que llegara a manos del director y productor español José Luis Cuerda, quien decidió apostar con fuerza por ese joven devoto del cine inquietante y admirador de Alfred Hitchcock.
Cuerda produciría el primer largometraje de Amenábar, Tesis (1996), un filme en la línea de sus exitosos cortometrajes, que una vez más contó con el aplauso de la crítica y, esta vez, también del gran público.
La atención sobre él aumentó aún más después de que Tesis acaparara siete estatuillas en los premios Goya de la Academia del cine española, incluidas las de mejor película, guión y dirección novel.
Tesis, un «thriller» sobre las «snuff movies» -películas ilegales que muestran torturas y asesinatos reales-, supuso, asimismo, el lanzamiento de la carrera de Eduardo Noriega, actor que ya había trabajado con Amenábar en «Luna».
Noriega protagonizaría también el siguiente largo de Amenábar, Abre los ojos (1997), una historia de ciencia-ficción e intriga psicológica sobre los límites de la realidad que tenía como cabecera de cartel a Penélope Cruz.
Esta película, curiosamente, resultaría tan crucial para la actriz como para el realizador.
El filme llegó a manos del actor y productor estadounidense Tom Cruise, quien al igual que hizo Cuerda en su día, decidió invertir en la siguiente cinta de Amenábar y, además, en una nueva versión de Abre los ojos adaptada al mercado estadounidense.
The Others -estrenada en el mercado de habla hispana con el título de «Los otros»- batió récords de taquilla en España y supuso el despegue internacional de Amenábar, tentado por Hollywood. Sin embargo, Amenábar decidió quedarse en España, donde «Los otros» volvió a arrasar en los premios Goya, al llevarse ocho estatuillas, entre ellas la de mejor película, dirección y guión original.
El siguiente paso en su carrera sorprendió al público y demostró que Amenábar no estaba dispuesto a encasillarse en géneros. En Mar adentro, estrenada el pasado día 3 en España, el cineasta hace una incursión en un tema de alcance social -la eutanasia- y también por vez primera se basa en un hecho real, el caso del tetrapléjico Ramón Sampedro.
La historia del suicida Sampedro, interpretado por Javier Bardem, se convirtió en 2004 en una de las películas con más espectadores en España y acaparó una infinidad de trofeos que incluye el Gran Premio del Jurado y el de mejor actor en el Festival de Venecia, el galardón Cinemania de los premios Ondas.
Le siguieron el premio de la Junta Nacional de Críticos de EEUU a la mejor cinta extranjera, los premios del Cine Europeo al mejor director y actor, el galardón a la mejor cinta en lengua no inglesa por la Asociación de Críticos de Cine de Los Angeles, el trofeo de la Junta Nacional de Críticos de Nueva York a la mejor película extranjera y el Globo de Oro en la misma categoría.
También obtuvo el premio Sant Jordi de Cinematografía al mejor film español, actor y actriz, los premios de la Asociación de Directores del Cine Español al mejor director e interpretación y los premios a la mejor película y actor en el Festival de Cine de Bangkok.
La triunfal carrera prosiguió con cuatro medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos (actor, actriz secundaria, fotografía y premio revelación), un Fotogramas de Plata a la mejor película española y catorce premios Goya, que la convirtieron en la película más premiada desde que se crearon esos trofeos de la Academia del cine español.
«Mar adentro» culminó hoy su triunfal temporada en Hollywood con el Oscar y nadie se atreve a descartar que siga sumando premios por doquier.