Enviado Flick el 18 abril 2011
Según informa El País, las autoridades sanitarias británicas van a ensayar, en un grupo escogido de hombres que tienen relaciones homosexuales, una estrategia novedosa por lo que a la prevención de la infección por VIH se refiere: la profilaxis preexposición, es decir, tomar una píldora preventiva al día para intentar evitar la transmisión del virus. Y es que, al igual que en España, los varones homosexuales representan aproximadamente la mitad de las nuevas infecciones que se producen en el Reino Unido, y las campañas preventivas no consiguen frenar esta preocupante situación.
El principio de la profilaxis preexposición no es, en realidad, nuevo: este abordaje ha demostrado en otros ensayos una protección cercana al 40%. De hechos, los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) establecieron hace pocas semanas el primer protocolo para el uso de este método en personas no infectadas previamente y que se encuentren en riesgo continuo y considerable de adquirir el VIH. La combinación recomendada es una pastilla de Truvada al día (un fármaco que es, en realidad, una combinación de dos). Este protocolo, en principio, recomienda que se den medicamentos para noventa días, y que se haga seguimiento del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual periódicamente (más información, en la página web de los CDC, pinchando aquí).
La profilaxis preexposición no se considera una solución ni mucho menos ideal. En primer lugar, no es infalible: falla en más de la mitad de los casos si no se asocia a otros métodos. Es, además, un tratamiento caro (el coste es de unos 500 euros al mes) y supone exponer a personas no infectadas, que podrían evitar la transmisión del VIH adoptando otras medidas de prevención, a los efectos secundarios de la medicación. También podría favorecer la aparición de variantes del VIH resistentes. Es, sin embargo, una de las opciones que más fuerza gana para proteger a personas en situación de riesgo que no pueden utilizar adecuadamente otros medios de protección, como el preservativo (personas con capacidades limitadas, que se dedican a la prostitución, que tienen riesgo de violencia en la pareja…).
El programa que el Reino Unido va a probar combinará la terapia farmacológica con visitas pautadas e información en prevención. La fase piloto durará dos años. Se trata de un enfoque casi “a la desesperada”, pero cuya eficacia se va a intentar contrastar dado la alarmante situación de la infección en varones homosexuales. Estaremos atentos a los resultados.