Uno de los derechos fundamentales de todo ser humano es el de poder circular libremente por todo el mundo. Este derecho también asiste a los seropositivos, Por eso es necesario defenderlo y no permitir que estas personas se vean coartadas en su voluntad de participar en todos los aspectos de la vida social. Apartar a una persona por su condición de portador del VIH, de un empleo, de un alojamiento, de una asistencia, o intentar restringirles el desarrollo de su vida civil, profesional, sexual y afectiva, son acciones discriminatorias y están penadas por la ley. Son delitos contra los derechos humanos.
En el ámbito sanitario se admite que durante los primeros años de la pandemia y básicamente por desconocimiento, la movilidad geográfica intercontinental contribuyó a la dispersión de la infección. Se admite también que no es lógico que en la actualidad, el desplazamiento de personas seropositivas pueda verse como un peligro. A pesar de esto, son muchos los gobiernos que continúan poniendo trabas a su entrada, circunstancia que se hace evidente cuando se solicitan permisos de residencia, de estudio o de trabajo.
Por tanto, si estas planeando un viaje siendo seropositivo -con o sin tratamiento antirretroviral- es conveniente que, antes que nada, consultes con tu medico. El podrá informarte respecto tanto a tu situación inmunitaria, como a si puedes soportar el esfuerzo, si necesitas alguna vacuna y de que tipo, y sobretodo si pueden aquejarte infecciones oportunistas.
Solicita, si se da el caso, que te recete la medicación necesaria para el periodo que permanecerás de viaje, y si tu destino es uno de los países que no permite la entrada de seropositivos (EEUU entre otros), utiliza envases distintos a los originales, ya que si los reconocen no te permitirán la entrada. Antes de viajar hazte con una lista de los centros sanitarios u hospitales donde puedes ser atendido durante todo tu itinerario. Contrata una póliza de seguro que incluya la repatriación urgente.
Si tienes contactos sexuales, no te olvides de extremar las precauciones, ya que una reinfección con una cepa de VIH diferente o que haya sido modificada por otro tipo de tratamiento, podría situarte en circunstancias difíciles. Tomando las medidas oportunas, nada te impedirá que te sientas relajado y disfrutes de tu viaje. Defiende tus derechos.