Jean-Michel Basquiat
"Papá, déjame en paz, un día seré muy, muy famoso". Esta fue la respuesta, simple y concreta, que Jean-Michel Basquiat le dió a su padre cuando éste lo encontró en una plaza tras una de sus fugas, que ya duraba más de dos semanas. Por entonces tenía 16 años y vivía en Nueva York, concretamente en su barrio natal el Lower East Side, tierra de latinos y negros, de artistas callejeros y break-dancers. A los 17, ya había formado su propio grupo de graffiti llamado SAMO. Basquiat buscaba desesperadamente la fama. "Sólo quería vivir la vida de James Dean". 1978, 1979 y 1980 son años en los que este hijo de haitiano y portorriqueña, se establece en casa de sus amigos, vende en la calle camisetas y postales pintadas a mano y frecuenta los bares del downtown.
1980 fue especial; conoce a una serie de artistas del graffiti y el neo-expresionismo en ascenso entre los que está el que será uno de sus grandes amigos Keith Haring. Pone fin a SAMO y realiza su primera muestra colectiva, obteniendo una entusiasta respuesta desde el mundo del arte. En un edificio abandonado, él, junto a otros artistas emergentes como Jenny Holzer o Kiki Smith, se abrieron en canal para mostrar lo que se cocía en las entrañas del East Village. Se sucedieron con éxito las muestras hasta lograr exponer en Europa y sus cuadros cada vez lograban una mayor cotización. Andy Warhol se interesa vivamente por el y en 1983 conoce a Madonna con la que emprende una serie de fructíferas colaboraciones. Se inició con pintadas murales en las calles y se bifurcó en pinturas sobre tela u objetos de estética warholiana. En sus cuadros y dibujos se nota la influencia de este último, primero por su capacidad para provocar y por el gozo que proporcionan. En segundo lugar, por incorporar el uso de palabras y grafismos. Para Basquiat todo símbolo fácilmente asimilable es plasmado de inmediato con un automatismo similar al de un vómito de borrachera o de exceso de aguarrás y pintura. Se adelantó a la muerte por sobredosis en 1988 a los 27 años. Era adicto a la cocaína y la heroína y según dicen, le habían diagnosticado SIDA. Pero fue el asesinato de Andy Warhol, su en parte maestro y mejor amigo, lo que pareció haber afectado su voluntad de supervivencia. Sus conflictos internos y su inestable temperamento, hicieron de él un personaje difícil, pero sus amigos coinciden en que era un ser humano que sabía hacerse querer. Para acercarnos a su realidad recomendamos visionar la película “Basquiat” rodada en 1996 de la que es director el pintor Julian Schnabel y en la que David Bowie asume el papel de Andy Warhol.
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