Rudolf Nureyev
Toma sus primeras lecciones de danza a los 11 años. Su profesora es una anciana que había formado parte de los legendarios “Ballets Rusos” de Diaghilev.
En 1945 entra a formar parte de la exigente escuela de baile del Teatro Kirov en Leningrado (hoy San Petersburgo) y tres años después es admitido como componente de la compañía.
En 1961 durante una tournée por Europa tal como ya lo habían hecho, muchos otros artistas compatriotas suyos, solicita asilo político en Francia.
Estamos en plena guerra fría, por lo que su nombre pasa a ser noticia en la prensa más sensacionalista y no por nobles motivos ligados a la danza, sino por aquellos más prosaicos de la política. Esto lo lleva, le guste o no, a ser conocido por el gran público mediático, no necesariamente interesado por el baile.
Su carrera en Occidente se inicia en la Compañía del Marqués de Cuevas, pasa luego al Ballet Real de Dinamarca a las órdenes de Eric Bruhn y finalmente al Real Ballet de Londres, donde forma con Margot Fonteyn la mítica pareja de baile que durante muchos años encantó al público de todos los teatros del mundo. Nureyev interpretó decenas de personajes en la danza, ya fuesen clásicos o modernos, siempre con una depurada técnica y notables dotes interpretativas. A la par que los cantante líricos era capaz de asumir todos los registros para permitiendo al público llegar al vórtice de las historias narradas por la música de los grandes compositores. Los más grandes coreógrafos del mundo pusieron sus creaciones a su disposición. Entre los más conocidos destacan, Frederick Ashton, Roland Petit, kenneth Mac Millian, Maurice Bejart y PaulTaylor. En los últimos años, fue la comidilla de todo Londres por mantener una turbulenta relación amorosa con el cantante de rock Fred Mercury. Finalmente, enfermo de Sida, falleció en un hotel de Paris el 6 de enero de 1993.
Divulgador: Rubén Tosoni