Un poco de historia. En el año de 1981, en Estados Unidos, se detectaron los primeros casos. Se trataba de componentes de varios grupos de homosexuales masculinos que carecían absolutamente de defensas en contra de los diversos virus y bacterias. Su sangre -ya afectada- no les permitía defenderse y los conducía inexorablemente a la muerte. Normalmente cuando somos infectados por algún virus, nuestra sangre dispone de un sistema defensivo, capaz de atacar y destruir al enemigo, pero si las defensas naturales son devastadas quedamos a merced de cualquier infección. Estas personas incapaces de reaccionar languidecían y morían irremisiblemente. A esta deficiencia de inmunidad se la conoció como Síndrome de lnmunodeficiencia Adquirida o para abreviar mediante la sigla SIDA. Hubo al principio un auténtico terror al contagio, suponiendo que bastaba dar la mano o besar a un enfermo, para que te trasmitiesen la desconocida enfermedad.
Dos años después, tanto en Francia como en Estados Unidos, se logró aislar el virus que fue llamado VIH (Virus de lnmunodeficiencia Humana). Los científicos en todo el mundo aún trabajan arduamente investigando para fabricar una vacuna en contra del VIH, pero reconocen que no se trata de una tarea sencilla. Hoy en día existen los antirretrovirales –un cóctel de medicaciones- que ha logrado frenar en parte el deterioro de la persona afectada por el VIH/Sida.
Potenciar la solidaridad y la prevención. Una persona puede estar ya infectada, sin saberlo, y llevar una vida sexualmente activa por muchos años contagiando de esta forma a todas las personas que mantengan con él, relaciones sexuales sin utilizar preservativos en las penetraciones. Por eso desde las asociaciones se recomienda a todos, el quererse lo suficiente como para hacerse la prueba y conocer su estado serológico.
No obstante y en parte como resultado de la campaña a la que aludíamos al inicio, ya se ha extendido por todo el mundo de forma incontrolable. Así quedó demostrado en el cierre de la 16ª Conferencia Internacional de Sida celebrada hace unas semanas en Toronto (Canadá) que fue cerrada tras advertir diversos fracasos en la prevención y en el acceso al tratamiento de la enfermedad y con críticas por la continuada pasividad de los países más ricos.
En el discurso de clausura Stephen Lewis, enviado especial para el Sida en África ante las Naciones Unidas, constató que los principales amenazados por la transmisión del Virus son este momento, las mujeres, los jóvenes y los niños destacando la importancia de potenciar la atención al creciente problema de los huérfanos que provoca la enfermedad. Lewis denunció también a los gobiernos de Sudáfrica y al de Estados Unidos por su forma de afrontar el problema. Al primero lo acusó por defender "teorías propias de lunáticos", y al segundo, de "rigidez ideológica" por destinar un tercio de la ayuda que presta a programas que promueven la abstinencia sexual. En fin “nihil novo sub sole”.
Rubén Tosoni
Presidente de Honor de Gais Positius
Ex presidente de Gais Positius